lunes, mayo 26, 2014

Paisaje después de la batalla

El día después, los dos grandes partidos se lamen sus heridas mientras los comunistas y los separatistas campan a sus anchas.

Por el flanco izquierdo, el PSOE lo fiaba todo al pretendido machismo de Miguel Arias Pitufo y a la ley antiabortista de Ruiz-Gallardón, y se ha encontrado con nueve eurodiputados menos que se han desperdigado entre Izquierda Unida, el de la coleta, Sosa Wagner, etcétera.

De los excelentes resultados de la verdadera izquierda de Meyer e Iglesias, solo puedo decir que me dan miedo los comunistas y que si algún día el de la coleta gobierna España, temeré primero por mis ahorros y, cuando ya me los hayan quitado, por mi vida.

Por la derecha, los votantes del PP cabreados con el gobierno socialdemócrata de Mariano Rajoy y con la corrupción, han preferido quedarse en casa o votar a UPyD antes que elegir al PP de los años noventa, que se presentaba con Aleix Vidal-Quadras como cabeza de lista.

A diferencia de las alternativas de izquierda, que han sido muy premiadas en las elecciones, es descorazonador que Vox no haya sabido o podido movilizar a los votantes de derechas, tal vez porque los de derechas en España realmente cabemos en un ascensor. Analizando sus resultados, les queda el consuelo de que en unas hipotéticas elecciones generales podrián obtener representación por Madrid (así empezó UPyD), al igual que en unas autonómicas en Madrid o en alguna circunscripción de Castilla y León.

Si pudiera dar un único consejo a los dos partidos turnistas, si quieren recuperar a los votantes perdidos por el camino, les diría que utilizaran las campañas electorales para dar a conocer su programa, explicando por qué hay que votarles a ellos en lugar de explicar por qué no hay que votar al contrario. Este consejo, empero, encierra una tarea previa: para poder explicar tus ideas, primero tienes que tenerlas.

Y en Cataluña, ya saben que ha ganado Esquerra Republicana y ha perdido el partido del presidente de la Generalitat. No sé si ya ha salido al balcón Oriol Junqueras a proclamar la independencia unilateral, pero no nos pongamos estupendos, Artur y Oriol: entre CiU y ERC han conseguido un millón de votos, muchos ciertamente, pero menos de los que suelen conseguir juntos en unas elecciones municipales, autonómicas, generales o en una cadena humana. Aquí no se ha movido nada y lo único que hemos visto en estas europeas es que nuestros nacionalistas están enchufadísimos, movilizados e hipervitaminados, mientras que los votantes de PSC y PP se han comportado de una manera similar al de sus coetáneos en el resto de España: aborrecimiento y abstencionismo.