¿Quién es el gilipollas al que se le ha ocurrido llamar ciclogénesis explosiva a una borrasca profunda? ¿Y con qué naturalidad hablan los medios de comunicación de la ciclogénesis explosiva, como si hubieran utilizado ese invento toda la vida?
sábado, febrero 27, 2010
miércoles, febrero 24, 2010
Lo liberal
Peter Lynch, uno de los más exitosos inversores de todos los tiempos, siempre insistía en que lo más importante era comprar a largo plazo y olvidar la especulación de un día para otro, aunque esto último era lo que más atracción despertaba y despierta en la mayoría de los inversores. Cuenta Peter Lynch que siempre que daba una conferencia y preguntaba cuántos de los presentes eran inversores a largo plazo, todos levantaban la mano. Nadie se reconocía como especulador, aunque la mayoría de los que operan en bolsa lo son.
Con la definición de liberalismo en España ocurre algo parecido. Si preguntásemos a los lectores que por aquí se dejan caer, o a mis coetáneos de Red Liberal, o a muchos de los bloggers que yo sigo, cuántos se consideran liberales, una gran mayoría levantaría la mano. Todo el mundo se consideraría liberal, aunque la mayoría probablemente no lo sean.
Aquí todo quisqui se autodefine como liberal. En el saco del liberalismo español caben:
- los que defienden el liberalismo obispal, cuyo ideario liberal se basa en la protección de la vida de los no natos, el matrimonio tradicional y la confesionalidad del Estado;
- los que defienden el liberalismo egipcio, consistente en dárselas de liberal criticando al presidente del PP pero mirar para otro lado cuando la presidente de Madrid concede licencias radiofónicas a sus amigos o practica la muy liberal conducta de obligar a sus alcaldes a firmar manifiestos para respaldarla frente a Manuel Cobo;
- los que defienden el liberalismo anarcocapitalista, que defienden la no intervención de las sucias manos de los políticos en el mercado, la supresión de las subvenciones y de los impuestos directos, la eliminación de los colegios profesionales y las cámaras de comercio de afiliación obligatoria, la capitalización del sistema de pensiones, la privatización de Aena, de Renfe y de la agencia Efe y que la Unión Europa tenga potestad para, por decreto, hacer caer a los gobiernos que se salten las normas de fiscalidad, libre competencia y estabilidad presupuestaria;
- los que defienden el liberalismo radical, que, a todos los elementos del liberalismo ancap, añaden las demandas del derecho a comprar y vender estupefacientes, a conducir sin cinturón de seguridad, a suicidarse, a abortar, a acudir a bares en los que se permita fumar, a educar a los hijos sin planes de estudio aprobados por políticos, etcétera;
- los que defienden el liberalismo patriota, que creen que los nacionalismos periféricos son un negocio de cuatro listos que comprometen el progreso de todos los españoles y la libertad individual de los habitantes de sus nacioncitas ficticias, que quieren una reforma de la Constitución que devuelva competencias al Estado y que se respeten las leyes en todo el país, con independencia de que a los políticos locales les gusten o no;
- los que defienden el liberalismo antisocialista, que han llegado al liberalismo no tanto por convicción sino por el profundo rechazo que les producen los progres: desde su estética hasta todo el daño que han hecho a la historia del pensamiento occidental con su demagogia barata, desde su afán recaudatorio hasta su ánimo de obligarnos a todos a estar en eterna deuda con el prójimo; desde su pacifismo a hostias hasta su comprensión por el terrorismo islámico.
Yo probablemente pertenezco a un poco de casi todas las variantes, pero no tengo muy claro que todo eso sea, ¡a la vez!, liberalismo. Y usted, pronúnciese:
Con la definición de liberalismo en España ocurre algo parecido. Si preguntásemos a los lectores que por aquí se dejan caer, o a mis coetáneos de Red Liberal, o a muchos de los bloggers que yo sigo, cuántos se consideran liberales, una gran mayoría levantaría la mano. Todo el mundo se consideraría liberal, aunque la mayoría probablemente no lo sean.
Aquí todo quisqui se autodefine como liberal. En el saco del liberalismo español caben:
- los que defienden el liberalismo obispal, cuyo ideario liberal se basa en la protección de la vida de los no natos, el matrimonio tradicional y la confesionalidad del Estado;
- los que defienden el liberalismo egipcio, consistente en dárselas de liberal criticando al presidente del PP pero mirar para otro lado cuando la presidente de Madrid concede licencias radiofónicas a sus amigos o practica la muy liberal conducta de obligar a sus alcaldes a firmar manifiestos para respaldarla frente a Manuel Cobo;
- los que defienden el liberalismo anarcocapitalista, que defienden la no intervención de las sucias manos de los políticos en el mercado, la supresión de las subvenciones y de los impuestos directos, la eliminación de los colegios profesionales y las cámaras de comercio de afiliación obligatoria, la capitalización del sistema de pensiones, la privatización de Aena, de Renfe y de la agencia Efe y que la Unión Europa tenga potestad para, por decreto, hacer caer a los gobiernos que se salten las normas de fiscalidad, libre competencia y estabilidad presupuestaria;
- los que defienden el liberalismo radical, que, a todos los elementos del liberalismo ancap, añaden las demandas del derecho a comprar y vender estupefacientes, a conducir sin cinturón de seguridad, a suicidarse, a abortar, a acudir a bares en los que se permita fumar, a educar a los hijos sin planes de estudio aprobados por políticos, etcétera;
- los que defienden el liberalismo patriota, que creen que los nacionalismos periféricos son un negocio de cuatro listos que comprometen el progreso de todos los españoles y la libertad individual de los habitantes de sus nacioncitas ficticias, que quieren una reforma de la Constitución que devuelva competencias al Estado y que se respeten las leyes en todo el país, con independencia de que a los políticos locales les gusten o no;
- los que defienden el liberalismo antisocialista, que han llegado al liberalismo no tanto por convicción sino por el profundo rechazo que les producen los progres: desde su estética hasta todo el daño que han hecho a la historia del pensamiento occidental con su demagogia barata, desde su afán recaudatorio hasta su ánimo de obligarnos a todos a estar en eterna deuda con el prójimo; desde su pacifismo a hostias hasta su comprensión por el terrorismo islámico.
Yo probablemente pertenezco a un poco de casi todas las variantes, pero no tengo muy claro que todo eso sea, ¡a la vez!, liberalismo. Y usted, pronúnciese:
viernes, febrero 19, 2010
Aquí todo el mundo opina
Aquí todo el mundo opina acerca de que José María Aznar mandara a tomar por culo a unos cuantos adolescentes progres, esa redundancia. Y nosotros no vamos a ser menos.
A mí me parece muy grosero que le enseñes el dedo corazón a un progre cuando te llama terrorista. Y me parece muy raro que, si un progre considera que Aznar es un terrorista, se escandalice porque sea un grosero. Pero hombre, pero hombre. ¿Es peor ser maleducado que ser terrorista? País.
A mí me parece muy grosero que le enseñes el dedo corazón a un progre cuando te llama terrorista. Y me parece muy raro que, si un progre considera que Aznar es un terrorista, se escandalice porque sea un grosero. Pero hombre, pero hombre. ¿Es peor ser maleducado que ser terrorista? País.
jueves, febrero 04, 2010
Adiós Factual, adiós
Sabemos que todo es efímero, pero Factual, al menos el Factual que fundaron Arcadi Espada y amigos, ha batido todos los records de brevedad. Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Factual ha sido un breve experimento sociológico, un juego que ha consistido en ver cuánta gente estaba dispuesta a pagar por leer noticias. Noticias de verdad, con las que aprender cosas, y no un refrito de comunicados de prensa, declaraciones de personajes públicos y mierdas de esas.
La marcha de Arcadi Espada de la dirección del periódico sugiere que, en efecto, pagar por leer periodismo de verdad le interesa a más bien poca gente. Al parecer, la propiedad del periódico ha acusado a Espada de hacer una web elitista e intelectualmente elevada. Coño, ¡pues claro! ¡Si para ver "noticias" gratis ya tenemos Telecinco!
De un día para otro, ha asumido la dirección Juan Carlos Girauta (a quien un día de estos le tendremos que dedicar un post, al ser el español que es capaz de colaborar simultáneamente con más medios de comunicación). Girauta ha destruído o le han hecho destruir el formato que apenas ha durado dos meses: adiós al pago, adiós a la distinción Factual F5 / Factual periódico, adiós al valor añadido en cada artículo, adiós a todo lo que hacía de Factual un medio diferente.
Mucho me temo que Factual ha pasado a ser un portal de noticias más, es decir, un portal gratuito. Como no tengo nada contra Girauta ni contra los solventes articulistas que han empezado a publicar ahora, les seguiremos a todos atentamente. Ya que ahora es gratis.
Factual ha sido un breve experimento sociológico, un juego que ha consistido en ver cuánta gente estaba dispuesta a pagar por leer noticias. Noticias de verdad, con las que aprender cosas, y no un refrito de comunicados de prensa, declaraciones de personajes públicos y mierdas de esas.
La marcha de Arcadi Espada de la dirección del periódico sugiere que, en efecto, pagar por leer periodismo de verdad le interesa a más bien poca gente. Al parecer, la propiedad del periódico ha acusado a Espada de hacer una web elitista e intelectualmente elevada. Coño, ¡pues claro! ¡Si para ver "noticias" gratis ya tenemos Telecinco!
De un día para otro, ha asumido la dirección Juan Carlos Girauta (a quien un día de estos le tendremos que dedicar un post, al ser el español que es capaz de colaborar simultáneamente con más medios de comunicación). Girauta ha destruído o le han hecho destruir el formato que apenas ha durado dos meses: adiós al pago, adiós a la distinción Factual F5 / Factual periódico, adiós al valor añadido en cada artículo, adiós a todo lo que hacía de Factual un medio diferente.
Mucho me temo que Factual ha pasado a ser un portal de noticias más, es decir, un portal gratuito. Como no tengo nada contra Girauta ni contra los solventes articulistas que han empezado a publicar ahora, les seguiremos a todos atentamente. Ya que ahora es gratis.
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