lunes, marzo 17, 2014

La pachorra como proyecto político

En la imagen, vemos al presidente del Gobierno en la durísima réplica que ha dado hoy, tras conocer las declaraciones del fin de semana de Artur Mas y los planes insurreccionales que maneja la señora esa de la ANC, Carme Forcadell:


La ausencia de respuestas de Mariano Rajoy a las sucesivas provocaciones de los nacionalistas catalanes la podemos entender de dos maneras. Una de ellas sería la que deberíamos aceptar si fuéramos unos marianistas convencidos. La otra interpretación correspondería a la de unos derrotistas sin esperanzas.

OPCIÓN 1: SI FUÉRAMOS MARIANISTAS

Si fuéramos un Marhuenda cualquiera, podríamos pensar que el presidente del Gobierno es un maestro de eso que llaman los tiempos (¿por qué en plural?), y se está comportando con Artur Mas como si el presidente de la Generalitat fuese un quillo de discoteca al que, no se sabe muy bien por qué, alguien le ha permitido la entrada y, pasadas las tres de la mañana, bastante chuzo, se acerca más y más a Rajoy y le repite una y otra vez, a centímetros de su cara: "¿a que te meto? ¿a que te meto?" Y Rajoy, perfectamente sobrio, se mantiene impasible, mientras los que observan la escena no saben si asombrarse más por el ridículo que está haciendo el quillo o por la paciencia del otro. Hasta que, llegado un momento, el quillo deja la teatralidad y trata de arrearle un buen uppercut a Rajoy. Justo cuando el puño de Mas va a rozar el mentón de Rajoy, este, en un rápido movimiento, bloquea el puño del quillo e inmediatamente después, solo con dos golpes certeros, lo deja KO. ¡Qué autocontrol, qué eficacia! Los amigos del quillo intentan recogerlo y, entre reproches al vencedor, "¡no era para tanto, solo bromeábamos!", se largan compungidos.

OPCIÓN 2: SI FUÉRAMOS DERROTISTAS

Si fuéramos pesimistas, Mariano Rajoy estaría optando por la pachorra como proyecto político y, de la misma manera que ha sido incapaz de atreverse a reformar a fondo la Administración para no meterse en problemas, o de la misma manera que ha sido incapaz de limpiar a fondo su partido y hacer la vista gorda con la corrupción para no meterse en problemas, simplemente va a dejar que escampe, y a ver qué pasa ("¡Uf! ¡Vaya lío"). Lo que pasa es que Rajoy no sabe, porque no vive aquí, que miles de personas viven en Cataluña convencidas (y deseosas) de que la secesión está a la vuelta de la esquina, y se creen a pies juntillas la propaganda diaria de la ANC, TV3 y Esquerra Republicana, que es todo lo mismo, uno y trino; y si el presidente del Gobierno sigue "dejando hacer" sin intervenir, nos vamos a meter en un escenario insurreccional, con policías autonómicos a favor y en contra de la legalidad vigente.

Yo, que siempre he sido muy crédulo, estoy dispuesto a aceptar que el presidente del gobierno es un genio y está apostando decididamente por la opción 1, jugando sus cartas y esperando al momento oportuno. Pero mientras llega ese momento, no estaría de más que alguien, de vez en cuando, nos recordara a los que estamos a favor del cumplimiento de la Ley (¡qué osadía!) que velan por nosotros, y no van a permitir que un chulo de discoteca se salte las normas en medio del aplauso del vulgo.