jueves, agosto 12, 2010

Nueva ley electoral, para qué


Se dice que uno de los males de nuestra democracia es la sobrerrepresentación de los partidos nacionalistas en el congreso de los diputados, que les permite ser partidos bisagra, dando y quitando mayorías, apretando las tuercas a los dos grandes partidos, a cambio de cada vez más y más y más competencias autonómicas.

Que los nacionalistas son unos chantajistas. Que sus decisiones no están fundamentadas en convicciones ideológicas del binomio izquierda/derecha, sino que se guían por el criterio de a ver a quién puedo sacarle más para los de mi corral, también está claro. Lo que no tengo nada claro es que eso sea consecuencia del sistema electoral, o de que los nacionalistas sean más culpables que los dos grandes partidos que se han prestado y se siguen prestando a ese juego.

Estas hojas de cálculo muestran los resultados de las últimas cinco elecciones generales al Congreso de los Diputados (1989-2008). Aparecen los diputados realmente conseguidos por cada candidatura (columna C) comparados con los diputados que se habrían obtenido en caso de que existiera una única circunscripción (columna D), es decir, una persona igual a un voto. Las casillas marcadas en amarillo corresponden a los partidos más beneficiados con el sistema actual, mientras que las marcadas en rojo corresponden a los grandes perjudicados.

En el caso particular de las elecciones de 2008, los resultados a circunscripción única serían (entre paréntesis, los resultados reales):


PSOE 162 (169)
PP 147 (154)
IU 13 (2)
CIU 11 (10)
PNV 4 (6)
UPYD 4 (1)
ERC 4 (3)
BNG 3 (2)
CC 2 (2)
NaBai 0 (1)


En líneas generales (no sólo en el caso de 2008), podemos observar que:

- Los dos grandes partidos, PP y PSOE, suelen tener más diputados con el sistema actual que con uno a circunscripción única; especialmente cuando uno gana con claridad al otro.
- Con una única circunscripción, las mayorías absolutas son casi imposibles.
- El peso de los nacionalistas es el mismo con circunscripción única que con 51 circunscripciones: los nacionalistas catalanes tendrían algo más de representación y los nacionalistas vascos algo menos.
- El sistema por provincias es una ruina para Izquierda Unida y para cualquier otro partido pequeño de ámbito español, como UPyD o, en su día, inventos como el GIL o Ruiz Mateos.

De estas observaciones, podemos concluír que:

- Los únicos partidos beneficiados con un hipotético cambio en la ley electoral no tienen ni tendrán nunca suficiente representación como para aprobarla con el sistema actual.

- Es falso que los nacionalistas fueran a tener menos representación con una circunscripción única.

- Al PP y al PSOE ya les va bien con el sistema actual.

- La única solución contra la dependencia permanente de los nacionalistas por parte de cualquier gobierno español con mayoría absoluta es una Große Koalition PP-PSOE, pero ya me explicarán cómo se consigue algo así tal y como está el panorama.