sábado, diciembre 14, 2013

Visto en abc.es...

Salvo que el mítico exseleccionador quiera entrar en política, alguien en el digital de ABC ha metido la gamba hoy:

martes, octubre 29, 2013

Tv3 a traïció


Allá por el año 2006, el escritor ultranacionalista Víctor Alexandre publicó un librito titulado Tv3 a traïció, una denuncia de la, a su juicio, progresiva españolización que se estaba apoderando de la televisión autonómica catalana. En el faldón del libro, se leía: Tv3 a traición: ¿televisión nacional de Cataluña o de cuatro provincias españolas?. De acuerdo con el criterio del personaje, desde que el tripatito llegó al poder en 2003, Tv3 se estaba convirtiendo en una cadena llena de mensajes subliminales en contra de las aspiraciones nacionales de Cataluña, y esa traición a los principios de la Tv3 de siempre iba a dejar huérfanos a millones de catalanistas, lo cual iba a tener importantes repercusiones a largo plazo en la hegemonía del nacionalismo catalán. En la imagen superior, una captura de la Tv3 de aquella época, hace siete años.

Que Santa Lucía le conserve la vista.

No sé si la Tv3 de entonces era demasiado española, quizás lo era si lo comparamos con lo de ahora. La principal diferencia entre la Tv3 de 2006 y la de 2013 es que en la de hace siete años no invitaban a Víctor Alexandre (quien, además de Tv3 a traició, ha escrito otros best-sellers que pasarán a la historia de la literatura universal como ¡Yo no soy español! o El caso Carod: 50 días de linchamiento político de una nación) y en la de ahora él es un personaje perfectamente integrado en la programación típica diaria.

La Tv3 de hoy en día es un cúmulo de propaganda a mayor gloria del presidente de la Generalitat en la sombra, Oriol Junqueras. Ellos ya trabajan para quien creen que va a mandar de aquí a un año y medio, como si no estuviera mandando ya. Sin Tv3, el llamado proceso hacia la independencia no existiría. Y de hecho en realidad no existe, pero de esto ya hablaremos otro día. El tal proceso solo existe en tanto que lo relata Tv3. Verás el programa matinal y leerás la pregunta del día: "¿Cree usted que alguna vez España ha aceptado que no es una única nación?"


Pondrás el informativo y le dedicarán 34 minutos a los preparativos del corro de la patata gigante del 11 de septiembre como primera noticia, para seguir con 2 minutos por los bombardeos en Siria como segunda noticia. En la tertulia del programa de la tarde te recordarán todos los días (bueno, de lunes a jueves, porque la tertulia del viernes es en exclusiva sobre la telenovela de sobremesa) que si no eres independentista eres rarito, y que si crees que la soberanía nacional reside en todo el pueblo español y no estás a favor de eso que llaman derecho a decidir, eres un fascista. En el Polònia ridiculizarán, por orden de dedicación, a Duran i Lleida (su objetivo favorito), a la familia real y a Artur Mas, y poca cosa más. Y si de madrugada pones algún programa alternativo de esos que dan por el 33, te encontrarás con un tío que dispara a un cartón con la foto del Rey.


Creerás que el fin de semana se relajan un poco, pero nada más ver los titulares del 3/24 el sábado por la mañana te darás cuenta de que sigue la fiesta. Los domingos verás la Fórmula 1, ni que sea durante las interminables pausas de Antena 3, y en el Gran Premio de Canadá, disputado en Montreal, te recordarán que el Quebec es otra nación sin estado, y que Fernando Alonso es uno de los mayores exponentes del automovilismo... asturiano.

A todo esto, hace tiempo que decidí que no volvería a ver Tv3, ni escuchar Catalunya Ràdio, ni RAC-1 ni leer La Vanguardia ni atender a ningún otro medio de comunicación local. Y la verdad, no se pueden imaginar lo bien que sienta.

domingo, abril 07, 2013

No espabilan

La tormenta perfecta. Los duques de Palma en los tribunales; el partido del gobierno sobrecogido; el de la oposición y los sindicatos con los eres falsos; concejales, alcaldes, diputados y presidentes autonómicos imputados; banqueros y, sobre todo, cajeros con malas prácticas; y todo aderezado con unas cifras de paro escandalosas y ningún indicio de recuperación a corto plazo por parte de la ciudadanía.

Que se venga abajo de golpe toda la trama de sobreentendidos y corruptelas que, bajo el manto protector de la estabilidad del sistema, venía sosteniendo al país desde 1978, tiene un lado bueno y un lado malo. El bueno es evidente, siempre es mejor la transparencia y la verdad aunque duela que las oscuras maniobras en la sombra. Pero también tiene un lado malo: aquí parece que todo lo oficial, todo lo sujeto a escrutinio público, todo lo que puede asumir alguna responsabilidad pública tiene algo que ocultar, y en cambio los únicos que pueden campar a sus anchas, sin responsabilidades, sin obligaciones y, por lo visto últimamente, sin que estén sometidos a la ley y las normas cívicas más elementales, son los de la Plataforma de Atontados por la Hipoteca, la versión 2013 de los indignantes de 2011 y del no a la guerra de 2003.

Siempre preferiré un sistema político en el que nuestros dirigentes tienen que andar mucho cuidado al elegir sus amistades y pueden llegar a tener que montar una rueda de prensa justificando unas fotos con un contrabandista de hace dieciocho años, que un sistema en el que el expresidente del gobierno acompaña hasta la puerta de la cárcel a un secuestrador, y tan felices. Pero de ahí a que tengan manga ancha los antisistema, median muchas diferencias. Los dos grandes partidos no espabilan y no se dan cuenta de que no pueden entregar gratuitamente el poder a una panda de demagogos, a los que viven de pedir responsabilidades a los demás pero afirman que ellos jamás han tenido ni deben tener ninguna.

O se espabila el sistema, o vienen los malos, los malos de verdad. O nuestros políticos tradicionales se enteran de la película, o mucho me temo que de aquí a cuatro días vamos a tener a la gorda esa de las hipotecas como presidenta de la República, a Jordi Évole de primer ministro y a Alberto Garzón, el joven diputado estalinista, de gobernador del Banco de España. Y ya verán qué bien nos va a ir a todos entonces, ya.

Unas cuantas maneras de espabilar:

(1) Reformen la administración, pensando cómo debería ser la administración pública si inventáramos el país hoy, empezando desde cero.
(2) Defiendan y apliquen la ley, sin miedo a que los indignantes se quejen.
(3) Pacten ustedes dos, Mariano y Alfredo, qué fechorías de la Corona, del PP o del PSOE es mejor tapar sin dejar rastro por razones de Estado, y para todo lo demás, liquiden todo rastro de corrupción que conozcan.
(4) No se escondan de los periodistas detrás de los plasmas.

lunes, enero 28, 2013

La maldición de los número 2

Cuando se acercan las elecciones, los partidos políticos muestran cierta tendencia a lavar su imagen, intentando abrirse a la sociedad. Una de las estrategias más masticadas es la de incorporar flamantes números 2 a sus listas, personas conocidas por el gran público que llegan como paracaidistas a las candidaturas. El flamante número 2 suele llegar entre sorpresas y aplausos de la prensa y cierta indignación entre los militantes de toda la vida (que se preguntan ¿por qué ese ha podido llegar tan alto sin haber picado piedra?), pero inmediatamente después de las elecciones suele disolverse cual azucarillo. Repasemos algunos de los casos más sonados.

5. GICA CRAIOVEANU

Fichó por el Getafe cuando jugaba en segunda división, en la temporada 2002-2003. Cuatro años después y tras su retirada, fichó por el Partido Popular como número dos a las elecciones municipales de 2007, perfilándose como concejal de deportes. Sin embargo, el PP volvió a perder frente a Pedro Castro (sí, aquel que hablaba de los tontos de los cojones que votan a la derecha) y Craioveanu ni recogió su acta de concejal.

4. MERCEDES CABRERA CALVO-SOTELO

A lo mejor ni la recuerdan ya, pero esta mujer llegó a ministra y todo. En las elecciones generales de 2004, las primeras de Zapatero, se rumoreaba que el PSOE iba a incorporar a un superfichaje como número 2 de ZP. Solo se sabía que iba a ser mujer y que iba a ser conocidísima. No sabemos si es que todas le fueron diciendo que no o qué, pero al final el PSOE incorporó como número 2 de Rodríguez Zapatero a la archiconocidísima Mercedes Cabrera. A pesar de la victoria electoral y haber ido en un puesto tan alto, quedó como diputada rasa. No obstante, en 2006 fue nombrada Ministra de Educación. No recordarán nada de su paso por el ministerio, porque por aquellos años el gobierno del PSOE estaba entretenido exclusivamente en sacar adelante el Estatuto de Cataluña y la negociación con los terroristas.

3. MANUEL PIZARRO

Cuando todo el mundo creía que Alberto Ruiz-Gallardón iba a ser el número 2 de la lista del Partido Popular por Madrid en las elecciones de 2008, va Rajoy y anuncia al expresidente de Endesa como candidato. Pizarro salió a la arena con mucha energía y se fue apagando. Su duelo televisado con Pedro Solbes quedará para la posteridad como una muestra de cómo se puede decir la verdad y perder estrepitosamente un debate debido a las mejores tablas dialécticas del adversario. Dicen que ahora anda con Esperanza Aguirre, haciendo de fiscal anticorrupción del PP, o algo así.

2. MONTSERRAT NEBRERA

Créanme que para declararse públicamente votante del PP en Cataluña hay que ser valiente, pero créanme que hace seis o siete años era todavía peor. Montserrat Nebrera tuvo el valor de presentarse como número 2 de Josep Piqué en las elecciones autonómicas de 2006, con el partido en descomposición y los ánimos por los suelos después de todo el proceso estatutario. El PP tuvo un resultado mediocre, la Nebrera no tuvo ningún protagonismo en el parlamento catalán, Piqué se fue, pasó fugazmente un tal Sirera, y después llegó un congreso en el que nuestra protagonista se enfrentó a Alicia Fernández Díaz en flagrante inferiodad de condiciones. Tras perder, Montserrat Nebrera podría haber optado por una retirada honrosa, pero empezó a boicotear a la nueva lideresa, acabó abandonando el partido y ahora anda por los medios del grupo Godó reclamando la independencia de Cataluña.

1. BALTASAR GARZÓN

Es un hecho: un juez de la Audiencia Nacional se presentó como número 2 de un partido político a unas elecciones. Quién si no, Baltasar Garzón Real. Felipe González lo fichó en 1993 como candidato ejemplar, para demostrar al populacho que ahora el PSOE sí que iba a ser implacable contra la corrupción. Garzón debía creerse que lo iban a hacer ministro de Justicia o vicepresidente, pero va Felipe y lo nombra Delegado del Plan Nacional sobre Drogas. Garzón, despechado, se marchó del PSOE a los cuatro días, volvió a los tribunales y trató de meter en la cárcel a toda la cúpula del gobierno por terrorismo de estado, el mismo gobierno que apenas meses atrás lo había fichado.



martes, enero 01, 2013

Un par de gráficas

Ya es un tema muy masticado, pero tras ver el resumen informativo del año 2012 con el que la televisión autonómica catalana nos obsequió la otra noche, me veo obligado a escribirlo. Como la cantinela oficial anuncia que hay que ver cómo de grande es el auge del independentismo, y que madre mía cuánta gente se está apuntando masivamente al Partido Único Catalanista, dejo por aquí una gráfica que en realidad ya todo el mundo conoce, y otra más para comparar con la primera:
Tres aclaraciones:
(1) PSA son las siglas del Partido Socialista de Andalucía, que logró representación en las primeras elecciones autonómicas catalanas y después ya fue abducido por el Partido Único.
(2) He considerado al PSE como españolista porque, a la hora de la verdad, y a diferencia de su homólogo catalán, su adversario principal es el PNV y no Madrid.
(3) En 1980, en el Parlamento vasco se elegían 60 representantes; a partir de 1984, se eligieron 75.