lunes, septiembre 12, 2011

La vida sigue igual en Matrix

Para que se hagan una idea de en qué realidad paralela viven los nacionalistas catalanes, y para que vean contra qué frontón tenemos que luchar los que creemos en el bilingüismo, les recomiendo encarecidamente la tertulia de las mañanas de TV3, una tertulia sectaria hasta la médula, que convierte a El gato al agua en un moderado, plural y diverso espacio de debate y reflexión. Como muchos de ustedes tal vez no han disfrutado de los privilegios de la inmersión ideológica lingüística, me he permitido traducir la primera intervención de cada tertuliano:




Ariadna Oltra (presentadora, sustituta de Mossén Cuní): Hoy que preguntamos si el modelo de inmersión lingüística es irrenunciable, pregunta que directamente le planteo a Patricia.

Patricia Gabancho ("escritora" argentina independentista catalana): Je, je. Pues cuando éramos pequeños y hacían este tipo de preguntas decíamos ¡pregunta tonta! Claro que es irrenunciable, por una razón: porque Cataluña es la que tiene que decidir cómo ha de convivir, y por lo tanto una pieza clave de la convivencia es la inmersión lingüística en la escuela, y no es lógica que una minoría muy minoritaria, social y también parlamentaria, pueda cambiar un pacto que ha funcionado perfectamente. ¿Cuál es el problema? Hombre, que las sentencias vienen de España, y reflejan una idea de España que ciertamente no es la nuestra, pero es la idea de España que tienen muchos españoles. Entonces ellos consideran que es una aberración que en las escuelas de Cataluña el castellano no sea la lengua principal y vehicular [nótese que, en realidad, lo que "ellos" consideran una aberración es los niños sólo reciban dos horas semanales en castellano, y no, como trata de hacer creer la mujer esta, que la lengua principal no sea el castellano]. Es su problema. Ellos deberían respetar mucho la experiencia catalana, que ha dado unos frutos fantásticos.

Joan Josep Queralt (catedrático de derecho penal): Yo creo que es que otro modelo... es que aquí no estamos discutiendo inmersión o no, estamos discutiendo otro modelo de país. Y otros, que son muy minoritarios, pero muy poderosos (porque el ser minoritario no es suficiente, es que hay gente muy poderosa, hay un españolismo rampante)... porque claro, aquí cuando dicen que hay nacionalistas catalanes es que hay nacionalistas españoles, quiero decir, aquí la etiqueta nacionalista en todo caso la tienen todos. Porque hay algunos que parecen universalistas y otros que son nacionalistas, no, aquí todos son nacionalistas. El rampante nacionalismo español quiere cargarse el modelo de convivencia, que es un modelo de nación, un modelo de país, llámalo como quieras, un modelo de sociedad en Cataluña. Es un modelo que ante los graves conflictos étnicos, sociales y lingüísticos que ha habido en Europa (en los últimos diez años ¿eh?, quiero decir, no me remonto a los romanos, sino ahora mismo, tirar un poco de hemeroteca), el Consejo de Europa lo ha avalado, el consejo de las lenguas lo ha avalado... ¡alguna cosa buena tendrá! ¿Que no es perfecto? ¡Nada es perfecto, eso es evidente! ¿Que es perfeccionable? Evidentemente. ¿Que algunas cosas se pueden hacer mejor? Evidentemente. Pero la esencia de la inmersión, con una habilidad lingüística bilingüe al final del sistema es irrenunciable. Y el catalán como lengua vehicular en el colegio. Si no, es que si no eres vehicular, no eres principal, y si no eres principal, eres secundario. Este es el tema.

A.O.: Porque, como lengua vehicular, ¿hemos de entender que sólo hay una?

J.J.Q.: Es que sólo puede haber una. Excepto si haces lo que algunos quieren: coges un cuchillo, coges el pastel y lo partes por la mitad. Un sistema en catalán y...

P.G.: Eso no es lo que plantean. Plantean el sistema que en el País Valenciano (sic) y en las Islas Baleares ha comportado un retroceso notable de la lengua catalana.

J.J.Q.: Un retroceso, no: un retorno a la caverna.

Antoni Segura (todólogo): Yo pienso que [la inmersión] es totalmente irrenunciable y además es un tema que a mí personalmente me tiene cansado. Que después de treinta años todavía se esté discutiendo cuál es la lengua de este país...

A.O.: Antoni, pero hoy empieza el curso, y somescola.cat ha iniciado una campaña... [la presentadora intenta colar propaganda de una organización inventada este fin de semana que quiere enganchar carteles en defensa del monolingüismo en todas las escuelas]

A.S.: Que sí, pero que eso quiere decir la normalidad en que vivimos, o en la que viven los otros. Yo lo que no puedo entender es que estos españoles [estos españoles, je, je, risas de fondo] de los que hablábais hace un momento no puedan entender que un país tenga su lengua. Es que este es un tema...

P.G.: Es que no han entendido que esto es un país. No han entendido que Cataluña es un país.

A.S.: No es sólo esto. Aunque no fuera un país, hay estados donde conviven... yo he estado este verano en un estado en el que conviven cien y pico de lenguas, y no pasa nada. En Ecuador. Las lenguas indígenas, las variantes indígenas, son prácticamente infinitas. [...] Aquí lo que pasa es que hay la incapacidad esta, yo creo que ya secular, de entender que en un mismo estado pueden convivir lenguas y culturas diferentes, y que esto es normal. Que lo anormal es lo otro. Lo anormal es que Ciudadanos [lo pronuncia en castellano porque para él nombrar a algo en castellano es nombrarlo despectivamente], por ejemplo, que dicen que no son nacionalistas, pero que la única actuación que hacen es pedir que algunos ayuntamientos en Gerona pongan la bandera española.

Antonio Franco (exdirector de El Periódico de Todos los Bares): Cuando le has preguntado a García Albiol si estaba a favor de la inmersión, se ha ido por las ramas, y ha dicho que está a favor de que los niños salgan de la etapa de aprendizaje dominando las dos lenguas. [...] Me refiero a que el señor García Albiol ha hecho una trampa, porque le habías preguntado una cuestión que en definitiva es técnica, es política y es técnica, porque esto de la inmersión es, por un lado, una voluntad política colectiva, mayoritaria, las cifras que expresan la gente que ha presentado algún tipo de recurso, creo que es el cero coma cero cinco, quiero decir, es absolutamente una voluntad política, y además es una técnica. Porque si tú quieres empezar a hablar chino, posiblemente el camino más sencillo es ir a vivir allí, pero en cualquier caso, meterte dentro, en un contexto de que, de una manera vehicular, hacer una inmersión en la lengua (sic). Ya digo, el señor García Albiol ha tenido la necesidad de hacer una trampa para no decir que está a favor de la inmersión, atendiendo a que él, lo que expresaba era: "no, lo importante es que los niños salgan con las dos lenguas". Bueno, esto es exactamente lo que está sucediendo, porque los catalanes no somos estúpidos; los catalanes no queremos que nuestros hijos, si tienen que ir a estudiar, trabajar, hacer negocios u cualquier cosa en el resto del estado, no se defiendan con el castellano; y de hecho, desde un punto de vista técnico, está absolutamente demostrado y garantizado que los niños tienen un castellano absolutamente igual...

J.J.Q.: Un poco mejor que el catalán.

A.F.: No, no, ¡es que el castellano de los niños de Cataluña es mejor que el castellano de muchas de las autonomías!

Pues nada, yo sólo me permito decirles que ya saben qué tienen que hacer con sus hijos si quieren que tengan un buen nivel de castellano y viven en Almendralejo, Jumilla o Cangas de Onís: sumérjanlos en catalán, que tiene la milagrosa virtud de convertirlos en mejores habladores y escribidores de castellano.