miércoles, agosto 24, 2011

Zapatero, quédate


Si alguien me hubiera dicho hace cinco o diez años que un presidente del gobierno iba a impulsar una reforma constitucional para limitar el endeudamiento público, no habría apostado ni un duro. En todo caso, habría supuesto que, ante tal hipotética propuesta, el Psoe habría clamado contra semejante injusticia antisocial, y los dos sindicatos al servicio del Psoe habrían llamado a la desobediencia civil, al tiro al facha y a las barricadas.

Si alguien me hubiera dicho que la prohibición constitucional de endeudarse la habría impulsado un político del Psoe, y que ese político habría sido José Luis Rodríguez Zapatero, no habría dado crédito (y nunca mejor dicho). Si alguien me hubiera dicho, la noche del 14 de marzo de 2004, que Rodríguez Zapatero, el hombre que clamaba contra el deficit cero de Aznar y apoyaba huelgas contra la reforma del sistema de protección del desempleo, acabaría bajando el sueldo a los funcionarios, congelando pensiones, privatizando las cajas de ahorros, limitando el deficit público estatal, autonómico y municipal, prohibiendo el tabaco y abaratando el despido, habría pensado: "Para qué narices te empeñas en votar a la derecha, si después las medidas de derechas se toleran mucho mejor si las aprueba la izquierda".

Y justo cuando le empezaba a coger cariño al personaje, va y dice que se retira, y nos deja a la víbora Rubalcaba para que parezca que el Psoe vuelve a girar a la izquierda. José Luis, por favor, quédate. Reconsidéralo todo y quédate. Que aún hace falta implantar el copago sanitario, educativo y judicial, incentivar los planes de pensiones privados, cerrar RTVE, liberalizar el transporte de viajeros por ferrocarril y fusionar ayuntamientos. Ya que probablemente el PP no se va a atrever a nada de eso, quédate tú, ahora que por fin hemos acabado encontrando a alguien que sí se atreve a hacer una política económica de derechas.