miércoles, julio 28, 2010

Los toros y tal


Pues qué quieren que les diga, yo estoy encantado de que el Parlamento de Cataluña prohiba las corridas de toros. Sólo me molestan dos cosas:

1) tener que compartir criterio con toda esa panda de cretinos que han votado a favor de prohibirlas esta mañana,

y 2) que sus señorías tengan tanto orgullo y entusiasmo al prohibir las corridas de toros pero no condenen otros espectáculos en los que se maltrata a los toros en Cataluña, elaborando, por lo tanto, una ley ad hoc.

De todas maneras, lo más entretenido del debate de esta mañana ha sido la intervención del socialista David Pérez que, en un alarde de habilidades adivinatorias, ha sabido interpretar el voto a favor de la prohibición de todos y cada uno de los diputados, de esta manera:

"La minoría que prohibiría los toros lo hace exclusivamente por motivos animalistas". Sorprende esa discordancia: prohibiría, hace. El tal Pérez decía no tener claro que realmente se fuese a prohibir la fiesta de los toros (prohibiría), pero sí tenía clarísimo que si se prohibe es por defensa de los animales (hace), no por identificar los toros con España, qué va, qué va.