
Pues qué quieren que les diga, a mí me parece muy mal que la Comunidad de Madrid exija que ese cartel de apoyo al terrorista Troitiño sea retirado. Debería mantenerse ahí colgado siempre, pegado con superglue para toda la eternidad, para que generaciones y generaciones de estudiantes sepan cuánto hijo de puta llegó a haber suelto por las universidades españolas a principios del siglo XXI.