El prestigioso todólogo Juan Carlos Escudier, columnista de elconfidencial.com señalaba ayer en su artículo una serie de preguntas sobre las iniciativas que tomaría un eventual gobierno presidido por Mariano Rajoy:
¿Va a atreverse Rajoy a explicar a los funcionarios por qué les congelará el sueldo un par de años? ¿Les dirá a los españoles que si gobierna pondrá en marcha nuevas centrales nucleares y señalará su ubicación en un mapa? ¿Se declarará a favor de variar el sistema de cómputo de las pensiones para reducir su importe? ¿Tratará de quitar competencias a las comunidades autónomas aunque precise los votos de algún partido nacionalista? ¿Propondrá recortes en el Estado del Bienestar? ¿Facilitará el despido libre? ¿Reformará la Sanidad pública para que no sea gratuita ni universal? ¿Bajará más los impuestos a los que más tienen con el argumento de que así crearán puestos de trabajo?
Que los columnistas progres empiecen a escribir este tipo de artículos, con hipótesis lejanas sobre la acción de gobierno de los que hoy están en la oposición, puede ser un indicio de que el cambio político en España no es ya tan quimérico. En cualquier caso, no sé qué contestaría Rajoy a esas preguntas, pero la respuesta debería ser inequívocamente sí a todo, quizás con algún matiz en el tema de la sanidad pública y en la chorrada esa de bajar los impuestos a quienes más tienen. Y con eso apenas tendríamos para un bálsamo (que no una solución) a los actuales problemas económicos de España.
¿Va a atreverse Rajoy a explicar a los funcionarios por qué les congelará el sueldo un par de años? ¿Les dirá a los españoles que si gobierna pondrá en marcha nuevas centrales nucleares y señalará su ubicación en un mapa? ¿Se declarará a favor de variar el sistema de cómputo de las pensiones para reducir su importe? ¿Tratará de quitar competencias a las comunidades autónomas aunque precise los votos de algún partido nacionalista? ¿Propondrá recortes en el Estado del Bienestar? ¿Facilitará el despido libre? ¿Reformará la Sanidad pública para que no sea gratuita ni universal? ¿Bajará más los impuestos a los que más tienen con el argumento de que así crearán puestos de trabajo?
Que los columnistas progres empiecen a escribir este tipo de artículos, con hipótesis lejanas sobre la acción de gobierno de los que hoy están en la oposición, puede ser un indicio de que el cambio político en España no es ya tan quimérico. En cualquier caso, no sé qué contestaría Rajoy a esas preguntas, pero la respuesta debería ser inequívocamente sí a todo, quizás con algún matiz en el tema de la sanidad pública y en la chorrada esa de bajar los impuestos a quienes más tienen. Y con eso apenas tendríamos para un bálsamo (que no una solución) a los actuales problemas económicos de España.