miércoles, septiembre 29, 2010

Hoy más que nunca


He pensado muchas maneras de escribir esta entrada contra la huelga, contra los sindicatos, contra la izquierda y contra la violencia, que es todo lo mismo; pero ninguna manera me ha satisfecho. Así que mientras escucho la radio y compruebo lo degradante que tiene que ser hacerte liberado sindical para que el único día que trabajas te dediques a ser lanzador de huevos a autobuses, he encontrado este artículo de Salvador Sostres en su blog que es tan, tan bueno que sólo puedo traducirlo al castellano y dejarlo a su disposición:

HOY MÁS QUE NUNCA
Salvador Sostres

Hoy más que nunca hace falta ir a trabajar, como un símbolo, como un icono, como una enseña. Hay que levantarse y alzarse, sobreponerse al chantaje sindical, al terrorismo sindical de piquetes y amenazas y agresiones y poner acentos de luz en aquello en lo que creemos. Hoy hay que ir a trabajar como una declaración de principios, para desmarcarse de tanto subnormal, para dejar claro que no todo es chusma, ni atavismo, ni tercermundismo mental. Hoy hay que ir a trabajar para poder explicar a tus nietos que un día te alzaste contra el terror y contra la opresión, contra un gran asedio rojo, contra una sociedad que fue secuestrada de la manera más vil y cobarde. Hoy hay que ir a trabajar para definir nuestra humanidad, para certificar nuestra inteligencia, para que de ninguna manera se nos pueda contar en el bando de los bárbaros y de los tarados. Y si nos insultan, dejemos que resuene su miseria moral. Y si nos amenazan, nuestra resistencia será un iluminador ejercicio de libertad. Hoy hay que ir a trabajar porque el mundo depende de los gestos valientes cuando está siendo amenazado. Hoy hay que ir a trabajar para que muchos de los que tienen miedo puedan mirarse en el espejo en nosotros y puedan deshacerse de la estaca a la que los han atado. Hoy hay algunos que han hecho todo lo que han podido para que no seamos libres, para que no tengamos opción, para que tengamos que doblegarnos ante su imperio del error y del mal. La única respuesta decente es alzarse, la única dignidad posible es ir a trabajar. Salir de casa, bajar a la calle, y si quieren algo que vengan a por nosotros. Somos los buenos, somos muchos más y os acabaremos derrotando.