domingo, abril 27, 2008

De la crisis del PP y el grado de influencia real de FJL


Ya sabrán perdonar que haya estado tantos días callado, pero aún me estoy recuperando de la feliz aseveración del ministro de Trabajo, que estuvo esta semana fantaseando con los nuevos yacimientos de empleo (ahí es nada, ¡yacimientos de empleo!) que va a reportar la crisis económica que se nos viene encima.

Si nos centramos en la crisis por antonomasia, que a tenor de la dedicación mediática no es la crisis económica sino la crisis del Pp, quisiera resaltar que uno de los elementos desestabilizadores del liderazgo de Rajoy, el supuestamente todopoderoso radiofonista Federico Jiménez Losantos, no siempre ha resultado tener la influencia que muchos le atribuyen.

Sea. Febrero de 2005, referendum de la Constitución Europea. El Psoe y el Pp hacen campaña a favor del sí. FJL hace campaña a favor del no, y pide a todos los antisocialistas que vayan a votar no para que sea un no contra Zapatero. Con una participación del 44%, gana el sí abrumadoramente. Los votantes del PP nos quedamos mayoritariamente en casa, desoyendo a FJL. A mí me entraron ganas de votar no la misma noche electoral, cuando Zapatero vinculó tan ricamente la victoria del sí con la victoria de José Sócrates ese mismo día en Portugal, o sea, que FJL tenía razón y el sí a la Constitución Europea era realmente un sí a Zapatero. Tenía razón pero no influyó, ciertamente.

Sea. Mayo de 2007, elecciones municipales. Alberto Ruiz-Gallardón tiene no sé qué querella contra FJL a cuenta del 11M, y FJL pide que un castigo ejemplar a Gallardón en las municipales. El Pp obtiene en Madrid capital el mejor resultado de su historia. Enhorabuena, Federico.

La única ocasión en la que, probablemente, las consignas de FJL sí surtieron algún tipo de efecto fue en las elecciones autonómicas catalanas de 2006, en las que el hábil Piqué, tras una de las campañas más anodinas que se recuerdan, perdió un diputado y decenas de miles de votos que fueron a parar a Ciutadans. Yo no tragué, pero hay quienes ahora se arrepienten de haber votado a semejante engendro que, entre otras perlas, ha apoyado el pacto nacional de vivienda de José Montilla.

Todo esto lo recuerdo porque quizá, si revisamos qué ha ocurrido en el pasado, ocurre que la influencia de Federico Jiménez Losantos es mucho mayor entre los dirigentes del Pp que entre su casi rocosa masa de votantes.