Para compensar la retahíla de elogios que mañana recibirá Emilio Botín en periódicos, radios y televisiones a sueldo del Banco Santander, yo, que además no tengo un céntimo en esa entidad ni soy accionista, puedo decirles que es vergonzosa la noticia que acaba de anunciar el Santander: el banco pagará el dinero que sus clientes han perdido en los fondos de Madoff con dinero de los accionistas. Enhorabuena, don Emilione.
Pocas veces el respeto a los códigos de conducta del corporate governance ha sido más triturado. Sin duda la prensa estará encantada con que "el banco", así en abstracto, compense las pérdidas a los estafados por Madoff, como si "el banco" fuese un objeto no identificado que no tiene unos dueños detrás. Unos dueños que son en muchos casos pequeños ahorradores que han labrado su patrimonio trabajando y lo han invertido en una entidad supuestamente fiable en lugar de en fórmulas mágicas de Madoff. Unos dueños que no tienen por qué correr con los gastos que han causado otros. Los estafados por Madoff, que se fastidien: les han vendido humo y se lo han creído. Porque al fin y al cabo esa es la tarea de cualquier caja o banco español, hacerte creer continuamente que estás haciendo la inversión de tu vida aunque estés comprando basura.
Pocas veces el respeto a los códigos de conducta del corporate governance ha sido más triturado. Sin duda la prensa estará encantada con que "el banco", así en abstracto, compense las pérdidas a los estafados por Madoff, como si "el banco" fuese un objeto no identificado que no tiene unos dueños detrás. Unos dueños que son en muchos casos pequeños ahorradores que han labrado su patrimonio trabajando y lo han invertido en una entidad supuestamente fiable en lugar de en fórmulas mágicas de Madoff. Unos dueños que no tienen por qué correr con los gastos que han causado otros. Los estafados por Madoff, que se fastidien: les han vendido humo y se lo han creído. Porque al fin y al cabo esa es la tarea de cualquier caja o banco español, hacerte creer continuamente que estás haciendo la inversión de tu vida aunque estés comprando basura.