No sé por qué se alarma tanto hoy media España cuando ZP afirma que va a negociar con Eta: es lo que ya todos sabíamos, y lo que sólo él negaba, escandalizado por los infundios del PP. Bueno, lo negaba él y su esbirro López Garrido, que fue con toda su cara a 59 segundos un día a decir que la tregua de ETA era una iniciativa exclusiva de la banda, sin ningún tanteo previo por parte de la órbita gubernamental.
A mí lo que me llama la atención hoy no es la aproximación conocida entre gobierno y banda terrorista, sino esa gilipepiñez de cambiar la Constitución e incluír en el preámbulo "la memoria de las víctimas". Me siento póstumo a la vida pública contemporánea, reniego de toda esa cursilería gratuita televisual, repudio la obsesión con la imagen y con las formas, los discursos vacíos, la moral pusilánime y la cabeza hueca.
A mí lo que me llama la atención hoy no es la aproximación conocida entre gobierno y banda terrorista, sino esa gilipepiñez de cambiar la Constitución e incluír en el preámbulo "la memoria de las víctimas". Me siento póstumo a la vida pública contemporánea, reniego de toda esa cursilería gratuita televisual, repudio la obsesión con la imagen y con las formas, los discursos vacíos, la moral pusilánime y la cabeza hueca.