El penúltimo escándalo que saquea la balsa de aceite institucional catalana es el asunto de las emisiones ilegales de un canal público autonómico (Televisió de Catalunya, S.A.) fuera de la comunidad autónoma. O sea, que TV3 lleva 20 años emitiendo ilegalmente en la Comunidad Valenciana, el gobierno vecino decide clausurar los repetidores y en el stablishment protestan.
A mí no me importa que TV3 se vea o se deje de ver en Valencia. De hecho, deberían poder verla en toda España; tal vez así Josep Cuní o Mònica Terribas dirían menos tonterías (y, sobre todo, menos elipsis y sobreentendidos). Lo curioso ha sido la última oferta del gobierno Montilla: "Si lo prefieren, podemos dejar de decir País Valenciano si ello sirve para continuar nuestras emisiones". Alto, que paren las rotativas. ¿Me ha parecido entender que los periodistas de TV3 no eligen libremente referirse a Comunidad Valenciana o País Valenciano, sino que desde siempre ha sido una imposición gubernamental que se puede otorgar y retirar? No está mal como declaración de pluralidad e independencia.
A mí no me importa que TV3 se vea o se deje de ver en Valencia. De hecho, deberían poder verla en toda España; tal vez así Josep Cuní o Mònica Terribas dirían menos tonterías (y, sobre todo, menos elipsis y sobreentendidos). Lo curioso ha sido la última oferta del gobierno Montilla: "Si lo prefieren, podemos dejar de decir País Valenciano si ello sirve para continuar nuestras emisiones". Alto, que paren las rotativas. ¿Me ha parecido entender que los periodistas de TV3 no eligen libremente referirse a Comunidad Valenciana o País Valenciano, sino que desde siempre ha sido una imposición gubernamental que se puede otorgar y retirar? No está mal como declaración de pluralidad e independencia.