Estoy de acuerdo con el presidente del gobierno: a Aznar le podemos llamar fascista, racista, asesino, mamporrero de Bush, nacionalsocialista, nacionalcatólico, abusananos, genocida, alcohólico, cabrón, franquista, verruga bigotuda, derecha extrema, perro, mafioso, falangista, hijo de puta, lamismamierda, terrorista, retrógrado o golpista. Pero todo eso sólo se lo podemos llamar los españoles, tal y como los socialistas han venido haciendo desde aquella huelga general del 20 de junio de 2002, tras la que el Psoe entendió que para arrastrar a las masas tenía que echarse al monte. Que, en cambio, un venezolano diga cosas que podrían haber salido perfectamente (¡y que han salido!) de la boca de cualquier progre español (dirigentes del Psoe incluídos), es una falta de respeto, y por qué no te callas. País.