miércoles, noviembre 21, 2007

La gran estafa de la pedagogía: Addenda


La internacional mediática está hoy muy preocupada por el hecho de que Artur Mas se haya declarado ayer independentista, como si no lo supiéramos. Mas lleva unos meses en búsqueda de lo que él llama la casa grande del catalanismo, que no parece otra cosa que una gran casa de putas, ignorando cuadrupedalmente que en su partido hay una decena de tiburones esperando a que pasen las elecciones generales para descabezar la cúpula de Convergència y descabezarlo particularmente a él. Pero allá cada cual con sus estrategias. Mientras Mas hablaba ayer de sus elucubraciones, la fundación Jaume Bofill presentaba un informe sobre la situación de los alumnos catalanes de secundaria en comparación con los del resto de Europa. Un informe que, sin duda, no le debe haber producido a Artur Mas una preocupación similar a la del futuro de su nación onírica y de la coña esa del derecho a decidir.

El estudio de la fundación (si es preciso, insertaré un link aquí tan pronto tengan la amabilidad de colgar el PDF en su página web) cuenta que por fin en algo está Cataluña en los primeros puestos de Europa: 14 de cada 100 alumnos catalanes ha repetido el último curso de educación secundaria obligatoria, un hito sólo superado por las dos potencias mundiales, Malta y Portugal. Se da la circunstancia de que ese 14% supera en más de doce puntos porcentuales el fracaso escolar en el último año de primaria (un 1.5%), lo que insinúa un fracaso encubierto en primaria que aparece claramente en la ESO, o dicho de otro modo, que los alumnos van pasando de curso gratis total hasta que en el último año de ESO se les hace repetir (y añado yo: después de ese añito, se les regala el título de ESO, de nuevo gratis total, y para casa).

La fundación Bofill explica que en la escuela pública catalana el fracaso escolar en 4º de ESO llega al 19%, contra el 7% de la escuela concertada. Debido a sus tics progresistas, la fundación habla de esto demuestra la inferioridad de condiciones y la desigualdad socieconómica y esas historias, aunque a mí se me ocurren algunas puntualizaciones.

Las explicaciones de las asociaciones de pedagogos al respecto del informe se las ahorro, sólo les contaré que lo más imaginativo que he oído viene de una gentil señora que ha salido por TV3 explicando que cuando aquí llevemos 50 años de democracia, ya veremos cómo nos ponemos al nivel de Finlandia, sin necesidad de cambiar el sistema educativo. Quedan 21 años, si no me equivoco.

Como decía al principio, esto a Artur Mas y a su gran casa no creo que le preocupe demasiado: bastante tiene con hablar de Cataluña como para tener que hablar también de los catalanes. Y casi mejor que no hable porque, de hacerlo, le echaría la culpa a Madrit y a su despiadada falta de inversiones.