miércoles, abril 19, 2006

La gran estafa de la pedagogía (XII): Escuela pública vs. concertada


Comentamos el otro día que todo pedagogo mantiene una densidad constante de balones fuera: todo cuanto ponga en evidencia sus afirmaciones es culpa de elementos externos, ajenos a su voluntad. Frase típica: "Es que la idea es buena, el problema es que no se nos deja llevarla bien a la práctica". Entre los elementos habituales a los que se echa la culpa, aparece uno de los aspectos recurrentes de la demagogia de la izquierda española: la escuela concertada le quita recurso a la educación pública.

Si me creyera lo que los opinólogos progresistas explican, la enseñanza pública en España sería una institución de baja calidad no por las grotescas prácticas igualitaristas y buenistas a las que se la ha sometido, sino por sus escasas finanzas, su falta de recursos monetarios, materiales y humanos y por el interés de la función pública en beneficiar a la escuela privada, para que los ricos sean más ricos y los pobres sean más pobres.

Es mentira.

España destina elevadísimos recursos a la enseñanza pública, incrementando todos los años desde 1998 ininterrumpidamente el gasto por alumno hasta niveles nunca antes conocidos. Tanto gasto, a mí mosquea. ¿Vale la pena realmente? No, por supuesto: no se aprende más por muchos euros que papá Estado gaste en ti, los resultados lo ratifican, y parece lógico pensar que un sistema educativo que no premia el esfuerzo invita a no esforzarse, caigan los euros que caigan en el centro educativo de marras.

Por motivos diferentes, he visitado en diversas ocasiones dos institutos de Hospitalet, uno público y uno concertado. Las diferencias son abismales, la situación de ambos centros es antagónica. Sé que la generalización precipitada es peligrosa, pero esto es lo que he comprobado empíricamente:

¿A qué he visto que se destinan los recursos en la pública? Bien, hay varios laboratorios, más espaciosos y con más posibilidades. En todos los laboratorios, en el aula magna, en el aula de informática, en la sala de actos y en el gimnasio(!) hay un cañón proyector: en el colegio concertado, hay uno en la sala de actos, y gracias. La sala de profesores del colegio público es enorme, mi piso es más pequeño, hay una zona con sofás para desestrés docente, taquillas para los profesores y ejemplares de los periódicos progresistas del día (El País, La Vanguardia del Poder y El Periódico de Todos los Bares); la sala de profesores del colegio concertado es diminuta, sin iluminación natural, con una mesa alargada y sillas a su alrededor, no hay taquillas sino un gran perchero y el único periódico a disposición del público es el Qué. Los profesores de la escuela pública cobran al empezar 13 pagas anuales de 2169 euros y dan 18 horas semanales de clase, el sueldo los de la concertada varía según el centro pero ronda los 1500-1600 euros, siempre con 24 horas semanales de clase. El colegio público cuenta con un psicopedagogo y una educadora social; el colegio concertado actualmente no tiene, y si los precisara se los pagaría por su cuenta. Y así un largo etcétera.

"A ojo" uno observa que la escuela pública recibe muchos recursos, pero son de tal calado que no sirven realmente para mejorar la calidad docente y el aprendizaje de los alumnos. Gasto, pero no eficiencia. La escuela concertada hace una importantísima labor en España, le hace un enorme favor al Estado, funcionando mejor con menos recursos, con empleados más productivos pero menos remunerados, con instalaciones más austeras pero mejor aprovechadas. Todo, con una porción de subvención pública y una porción aportada por los padres de los alumnos inscritos. Sin buena imagen en la izquierda caviar, pero realizando un excelente servicio.