martes, abril 25, 2006

La gran estafa de la pedagogía (XIV): El sistema de recuperación


Yo, como soy un contrarreformista, pienso que si un alumno suspende algo, debe presentarse a otro examen al cabo de un tiempo (generalmente en junio de ese curso, o en septiembre del curso siguiente). Si recupera la asignatura, perfecto. Si vuelve a suspender, debe repetir el proceso. Y si nunca llega a aprobar, no puede recibir la titulación.

Pero eso es porque soy un contrarreformista. En un colegio cualquiera de Cataluña, e imagino que es algo extrapolable a cualquier rincón de España, hay una forma innovadora y pedagógica de concebir la recuperación de evaluaciones pendientes.

En Cataluña, las ciencias naturales (Física, Química, Biología y Geología) se explican en la ESO siguiendo este criterio: en primero y tercero de ESO, Biología y Geología. En segundo y cuarto de ESO, Física y Química. Si un chaval de segundo de ESO suspende las ciencias, pasa por supuesto al curso siguiente con las asignaturas pendientes que toque y sin hacer recuperación en septiembre. En el curso siguiente (tercero de ESO), el alumno en cuestión debe confeccionar un dossier con los contenidos de la asignatura de segundo, y presentarse a un examen de recuperación en mayo (once meses después, por lo tanto, de haber hecho la asignatura).

Si la vuelve a suspender, debe repetir el proceso en cuarto de ESO: otro dossier sobre lo que hizo en segundo de ESO, y otro examen en mayo (veintitrés meses después de haber terminado de cursar las ciencias naturales que suspendió). Si el muy mendrugo vuelve a suspender una vez más, todavía tiene la oportunidad de hacer el examen extraordinario de final de 4º de ESO, donde se examina de unos contenidos mínimos (pero que muy, muy mínimos) donde la nota máxima que puede obtener es un 5 (y es un regalo, de hecho).

En la práctica, casi todos acaban obteniendo ese cinco, y otro día comentaremos por qué: realmente, hay que esforzarse mucho para no conseguir que te aprueben la secundaria obligatoria al final. Ahora bien, resulta que por una bonita disposición del gobierno autónomo, de acuerdo con los informes de los coordinadores pedagógicos que trabajan para la consejería de educación [por cierto, coordinadores que, al ser cargos de confianza de una consejería dependiente de Esquerra Republicana de Carod, deben pagar a la fundación del partido para mantenerse en su puesto], si el alumno aprueba las ciencias naturales de 3º de ESO, se le puede aprobar también automáticamente la asignatura análoga de 2º de ESO.

Pero, oh cielos, hay un problema: en 3º de ESO, en Ciencias Naturales se estudia Biología y Geología. En 2º, se ha estudiado Física y Química. ¿Cómo garantizan los simpáticos pedagogos que el muchacho errante sabe qué es un óxido (química, 2º ESO) a partir de saber qué es un paramecio (Biología, 3º ESO)?