¿Por qué no una izquierda responsable? ¿Por qué no una izquierda sin líderes-sonrisa? ¿Por qué no una izquierda sin desprecio explícito por los conceptos y gusto recurrente por la nada discursiva?
¿Por qué no una izquierda sin Carmen Chacón ni Pepiño Blanco? ¿Por qué no una izquierda de personas formadas, que hayan pasado por la sociedad civil antes de recalar en los engranajes de la monstruosa maquinaria de partido? ¿Por qué no una izquierda centrada en los intereses del individuo, garante de la libertad humana y no de los derechos simiescos? ¿Por qué no una izquierda que pugna por la excelencia mental de los ciudadanos y no por la indigencia intelectual y moral?
¿Por qué no una izquierda con propuestas impopulares pero responsables? ¿Por qué no una izquierda que piense en lo que crea que es mejor para el país, y no en lo que es mejor para sus votos? ¿Por qué no una izquierda no sectaria? ¿Por qué no una izquierda refractaria a la marginación de medio país? ¿Por qué no una izquierda comprometida con un proyecto común español, crítica con los particularismos de raíz identitaria, estúpidos, corruptos y ombliguistas?
¿Por qué no una izquierda que, sin renunciar a sus ideales distintivos, sea capaz de responder a lo que un ciudadano normal debe esperar de un político normal?
¿Por qué no una izquierda sin Carmen Chacón ni Pepiño Blanco? ¿Por qué no una izquierda de personas formadas, que hayan pasado por la sociedad civil antes de recalar en los engranajes de la monstruosa maquinaria de partido? ¿Por qué no una izquierda centrada en los intereses del individuo, garante de la libertad humana y no de los derechos simiescos? ¿Por qué no una izquierda que pugna por la excelencia mental de los ciudadanos y no por la indigencia intelectual y moral?
¿Por qué no una izquierda con propuestas impopulares pero responsables? ¿Por qué no una izquierda que piense en lo que crea que es mejor para el país, y no en lo que es mejor para sus votos? ¿Por qué no una izquierda no sectaria? ¿Por qué no una izquierda refractaria a la marginación de medio país? ¿Por qué no una izquierda comprometida con un proyecto común español, crítica con los particularismos de raíz identitaria, estúpidos, corruptos y ombliguistas?
¿Por qué no una izquierda que, sin renunciar a sus ideales distintivos, sea capaz de responder a lo que un ciudadano normal debe esperar de un político normal?