La comparecencia, este martes, del presidente autonómico catalán para hacer balance de los dos años que han transcurrido desde las elecciones ha sido muy transparente. Todo el mundo ha podido ver, en efecto, cuál ha sido la obra de gobierno de Maragall estos dos años: ninguna.
La comparecencia, pues, ha sido plenamente acorde con ese nivel de actividad y de moralidad:
1) Primera rueda de prensa del president en dos años.
2) Rueda de prensa que convierte el supuesto balance de los últimos 24 meses en una serie de promesas y brindis al sol de cara a los próximos 24 meses.
3) Formato absolutamente revelador del nivel de transparencia en la vida política catalana: muchos asistentes, pero sólo unos cuantos con derecho a preguntas, con temas previamente sugeridos.
4) ¿Y quiénes dirían que eran los que tenían derecho a preguntar? Los directores de la radio y televisión pública y los de los diarios subvencionados por la Generalitat. El Això no toca del siglo XXI.
La comparecencia, pues, ha sido plenamente acorde con ese nivel de actividad y de moralidad:
1) Primera rueda de prensa del president en dos años.
2) Rueda de prensa que convierte el supuesto balance de los últimos 24 meses en una serie de promesas y brindis al sol de cara a los próximos 24 meses.
3) Formato absolutamente revelador del nivel de transparencia en la vida política catalana: muchos asistentes, pero sólo unos cuantos con derecho a preguntas, con temas previamente sugeridos.
4) ¿Y quiénes dirían que eran los que tenían derecho a preguntar? Los directores de la radio y televisión pública y los de los diarios subvencionados por la Generalitat. El Això no toca del siglo XXI.