miércoles, noviembre 23, 2005

Los freeriders


Inasequible al desaliento, impasible, inane, incólume, el freerider sigue, todos los días, su recto camino como chupóptero de los recursos ajenos. Encontramos numerosísimas subespecies distintas de freeriders:

1) Los que eluden los parquímetros.
2) Los que facturan en B.
3) Los que instalan la versión educativa del Windows XP.
4) Los que para tomar un café con los amigos llevan un billete de 50 euros, y terminan, por lo tanto, siendo siempre invitados.
5) Los que parasitan el router del vecino, subespecie esta última actualmente en expansión.
6) Los que utilizan el habitual "Me he quedado sin saldo... ¿me dejas tu móvil, no?"
7) Los que se cuelan en el metro.
8) Los que se cuelan en el tren de cercanías, y cambian de vagón al ver al interventor.
9) Los que se cuelan en el tren de cercanías, y se encierran en el lavabo al ver al interventor.
10) Los que inventan todo tipo de excusas para no pagar los preceptivos recibos de la comunidad de propietarios.
11) Los que, en el instituto, universidad o mundo laboral, entienden que un trabajo en grupo es un trabajo realizado por uno y firmado por todos.

Et al. Está mal decirlo, y hay cosas que a mí me enojan profundamente, como los bastardos que se cuelan en el metro y aún te miran con cara de asesino si les miras despectivamente, pero ¿quién no ha sido en algún momento de su vida un freerider?