Me cansan los debates recurrentes, estériles y vacíos, sobre las reformas institucionales. Me cansan los gobiernos que no gobiernan. Me cansan los profesionales de la política, sujetos incapaces de hacer nada productivo en la vida que se dedican a calentar un escaño. Me cansan los donativos anónimos, la hipoteca montilla, los pasteleos en la trastienda del poder. Me cansa todo cuanto es retórica accesoria. Me cansan las sonrisas, me extenúan los políticos que tratan de caer bien, ser graciosos. Me cansa oír a analfabetos funcionales balbucear palabras inconexas sobre la financiación y el déficit fiscal. Me cansa Rodríguez, presidente incapaz de construir sin asesores dos oraciones seguidas. Me cansa que algo sea lo adecuado porque el partido de signo contrario está en contra. Me agota que la sociedad esté anestesiada.
Y aun así, me sigue interesando la política. Pero la política de verdad. No los numeritos habituales en la vida pública española.
[Actualización. Quede constancia de que No pretendía ser un plagio.]
Y aun así, me sigue interesando la política. Pero la política de verdad. No los numeritos habituales en la vida pública española.
[Actualización. Quede constancia de que No pretendía ser un plagio.]
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Yo sólo presentaría una enmienda al articulado del Estatut, que bien resumiría el espíritu que rezuma todo el texto. En el artículo 1, donde dice
1. Catalunya és una nació.
debería decir:
1. Catalunya és una condonació.