miércoles, diciembre 28, 2005

Diccionario Enciclopédico Grijalbo


Espero que me quede mucho por vivir aún, pero creo que la infancia es la más abominable de las etapas de una vida humana. Como tierno infante, hace unos años tuve que pasar por la escuela y esas cosas. Una de las herramientas supuestamente útiles durante los últimos cursos de EGB fue mi Diccionario Enciclopédico de la editorial Grijalbo, de 1994.

Por entonces aprendí muchas cosas de aquel libraco; en aquella época en que creía en la bonhomía y pensaba que los diccionarios enciclopédicos eran objetivos y asépticos. Ahora, releo algunos párrafos del tocho este y regurgito.

En la entrada Guevara, Ernesto Che leemos:

"De una familia de la burguesía progresista, médico y uno de los mejores ejemplos contemporáneos de idealismo (en el mejor sentido de la palabra) revolucionario y panamericanista. Si bien en sus posiciones teóricas hay un algo de contradictorio (entre romántico e idealista), su trayectoria es, desde la perspectiva de sus opciones, absolutamente ejemplar. La muerte le ha convertido en leyenda."

En la entrada Castro, Fidel leemos:

"Es inseparable de la historia contemporánea de Cuba, a la que ha aportado las más radicales transformaciones socioeconómicas y ha asegurado una notable calidad de vida, ideológica y estratégicamente panamericanista, tema en el que ha pasado de un cierto aventurerismo a tomas de posición constructivas."

En la entrada Stalin, Jósiv leemos (agárrense si no han tenido bastante con lo anterior):

"Frente a él sólo parecen caber actitudes viscerales: o es el zar rojo, brutal y adulado por una corte mezquina, o el constructor de la patria obrera por excelencia; la primera visión es la más extendida, al menos en Occidente, porque servía para impulsar la mentalidad de la amenaza soviética: Stalin es el paradigma de la maldad. Una visión crítica no debería limitarse a sugerir sus, también reales, logros o sus arbitrariedades: debería incidir en sus apoyos sociales y en la función, que él ayudó a construir, de alternativa frente al otro imperio."

¿Y qué podemos encontrar, al fin, en la entrada Reagan, Ronald?

"La política de fuerza preconizada por Reagan para restaurar, según él, el prestigio de los EEUU se ha traducido en el interior, por un rearme moral, que significa exaltación nacionalista y opción por los hábitos socioculturales más retrógrados; en el exterior, por una confrontación sistemática con la URSS que a veces llega al terrorismo de estado. Ello no se debe sólo a su pensamiento, sumario y conservador: responde también a los intereses del complejo militar-industrial que denunciara (sic) Eisenhower. Un individualismo competitivo y egoísta y el agravamiento de las tensiones internacionales son su legado."

Seamos optimistas. Yo sobreviví a esa mierda. Hoy, los rebaños de ignorantes que abandonan la ESO tienen el cerebro achotado, pero tal vez con el tiempo también salgan adelante.