viernes, marzo 23, 2007

A vueltas con la igualdad


Cuanto más conozco la ley de igualdad, menos me gusta. Si esta historia promulga la igualdad real entre hombres y mujeres, hay una contradicción flagrante entre esta nueva normativa y la ley de violencia doméstica, que distingue entre delito y falta en función de los genitales del agresor o agresora, respectivamente.


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Caso real, consecuencia directa de la entrada en vigor de la ley de igualdad:

Una determinada formación política quiere presentar su candidatura a un determinado municipio. La ley de igualdad les obliga a que, de cada bloque de 5 candidatos de la lista, al menos 2 sean mujeres. Además, si en el primer bloque de candidatos (del 1 al 5 de la lista) las dos mujeres van en los puestos 4 y 5, en el segundo bloque de candidatos (del 6 al 10 de la lista), las mujeres deben ir en los puestos 6 y 7, y no más atrás, es decir ocupando posiciones inversas (o mejores, si es posible) que las mujeres del primer bloque.

Complicado de narices, vaya. Quizás se entienda con un ejemplo. Si los cinco primeros puestos de la lista son:

1. Hombre
2. Hombre
3. Mujer
4. Hombre
5. Mujer

Los siguientes puestos deberían ser, como mínimo:
6. Mujer
7. Hombre
8. Mujer
9. Hombre
10. Hombre

Al decir como mínimo me refiero a que en este caso 1) podría haber más mujeres en este segundo bloque, o bien 2) la que va en el puesto número 8 podría figurar en el número 7.

Como decía al principio, una determinada formación política quiere presentar su candidatura municipal. Este formación se encuentra con que cuenta con muchos más militantes hombres que mujeres en su localidad, y por lo tanto tiene dificultades para colocar a las damas. Como tiene más bien pocos concejales en el ayuntamiento, esto va a provocar que personas que realmente se merecen un puesto en el consistorio, que son trabajadoras y competentes, vayan a quedar relegadas, por el simple hecho de tener pene, por otras de las que no se conoce su capacidad de trabajo en pro de los ciudadanos. Cosas de la igualdad y las cuotas.