miércoles, marzo 05, 2008

Con todo el pescado vendido


Decía Mark Twain que el hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir. De los hábitos alimenticios del presidente del gobierno no tengo demasiados datos, pero desde luego si algo quedó claro en la noche del pasado lunes es de que este tipo habla, y habla sin parar.

Soy incapaz de recordar una sola intervención del candidato Rajoy, excepción hecha de la primera y la última, que no fuese sistemáticamente interrumpida por el candidato Rodríguez. No, no, no, nunca, nunca, mentira, no, usted, una y otra vez.

La incontinencia verbal del candidato Rodríguez puede deberse a alguno de estos dos factores (o a los dos):

a) Que todo fuese una estrategia preparada por su asesor Miguel Barroso. Si Rajoy dice cosas con contenido (pese a que se trate de cuestiones discutibles, criticables, justas o injustas), es mejor interrumpirlo.

b) Que Rodríguez sea una especie de antena de las que emiten pero no reciben, incapaz de escuchar.

Si al menos Rodríguez dijera cosas con contenido, ya fuese en sus turnos de palabra o en los de Rajoy, habríamos ganado mucho. Pero Rodríguez sólo habló de vamosahacer, de hayquehacer y de mecomprometo. Y sólo respecto de temas vacuos e intrascendentes, tal que la conferencia de presidentes autonómicos.

Eso sí, ahora que ya está todo el pescado vendido, podemos estar muy satisfechos: gracias a la acción de gobierno del candidato Rodríguez, España ya es líder mundial en tecnología de reabastecimiento en vuelo.