Se creen muy listos estos franceses que presumen de ser pioneros en un nuevo método de coerción sindical: el secuestro de directivos. Sí, sí, el secuestro de directivos. La detención ilegal (¿eso está en el código penal, no?), por parte de empleados, de los directivos de empresas francesas que plantean despidos es la última moda como vía para forzar negociaciones libres entre empleados y empleadores. Se supone que con la bendición del Gobierno francés, que aún no ha ordenado la detención de cualquier sindicalista que pretenda retener por la fuerza a una persona, sean cuales sean sus motivos.
Sin embargo, como digo, se equivocan si creen que son pioneros en esa idiotez. En España ya ocurrió en su día, en las instalaciones de Galletas Fontaneda en Palencia y en las de Braun en Barcelona. Sin duda, que esa panda de vagos secuestre a los directivos de sus empresas es motivo más que suficiente para desear que los echen a todos, pero no deja de ser desmoralizador que, entonces en España y ahora en Francia, los obreros no especializados tengan manga ancha para incumplir las normas más elementales (y hasta el código penal, en este caso) y hacer lo que les venga en gana. País.
Sin embargo, como digo, se equivocan si creen que son pioneros en esa idiotez. En España ya ocurrió en su día, en las instalaciones de Galletas Fontaneda en Palencia y en las de Braun en Barcelona. Sin duda, que esa panda de vagos secuestre a los directivos de sus empresas es motivo más que suficiente para desear que los echen a todos, pero no deja de ser desmoralizador que, entonces en España y ahora en Francia, los obreros no especializados tengan manga ancha para incumplir las normas más elementales (y hasta el código penal, en este caso) y hacer lo que les venga en gana. País.