"Sobre terrorismo y nacionalismo, mi política es la de Nicolás Redondo Terreros en el País Vasco."
El hombre que afirmaba esas cosas hace no más de cinco años, el hombre que a finales de 2000 propuso la existencia de un pacto por las libertades y contra el terrorismo, el hombre que creía en la derrota del nacionalismo en las urnas a través de la defensa de las propias convicciones, el hombre al que le pareció fatal la entrevista de un consejero del gobierno de la Generalitat de Cataluña con miembros de Eta y que afirmó que aquello debía tener consecuencias en el seno del propio partido del consejero, el hombre que rechazó la tramitación del Plan Ibarretxe en el Congreso de los Diputados, se dispone ahora a acudir al Parlamento en breve a solicitar autorización para negociar con Eta, como si no lo estuviera haciendo ya, ignorando cuadrupedalmente (o no) que las treguas permanentes son per-ma-nen-tes y por lo tanto no es preciso ya negociar nada.
Yo sigo creyendo en aquellas ideas que defendió Rodríguez durante los meses siguientes a su elección como secretario general del PSOE, y en su indestructible vigencia. Mientras tanto, en el mundo real, Eta pide una tregua y el Estado de Derecho se plantea concedérsela.
El hombre que afirmaba esas cosas hace no más de cinco años, el hombre que a finales de 2000 propuso la existencia de un pacto por las libertades y contra el terrorismo, el hombre que creía en la derrota del nacionalismo en las urnas a través de la defensa de las propias convicciones, el hombre al que le pareció fatal la entrevista de un consejero del gobierno de la Generalitat de Cataluña con miembros de Eta y que afirmó que aquello debía tener consecuencias en el seno del propio partido del consejero, el hombre que rechazó la tramitación del Plan Ibarretxe en el Congreso de los Diputados, se dispone ahora a acudir al Parlamento en breve a solicitar autorización para negociar con Eta, como si no lo estuviera haciendo ya, ignorando cuadrupedalmente (o no) que las treguas permanentes son per-ma-nen-tes y por lo tanto no es preciso ya negociar nada.
Yo sigo creyendo en aquellas ideas que defendió Rodríguez durante los meses siguientes a su elección como secretario general del PSOE, y en su indestructible vigencia. Mientras tanto, en el mundo real, Eta pide una tregua y el Estado de Derecho se plantea concedérsela.
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Joder con los simulacros, cada día procuran emular más la realidad.