Miren, miren al diputado de Esquerra en el Parlamento catalán, Miquel Àngel Estradé, escuchando atentamente la pregunta de su portavoz parlamentario y futuro cabeza de lista al Congreso, Joan Ridao. La actitud de Estradé prueba cuán vivas, incisivas y tensas son las sesiones parlamentarias catalanas, en particular cuando intervienen los grupos que apoyan al gobierno.