sábado, diciembre 08, 2007

Reforma constitucional, para qué


La verdad es que no sé por qué algunas voces en el Partido Popular y en la nueva formación de Rosa Díez piden una reforma constitucional que devuelva al Estado algunas competencias que nunca debió perder y que garantice la igualdad de derechos y obligaciones de todos los ciudadanos españoles.

Bastaría con que la Constitución vigente se cumpliera: las competencias básicas, el derecho al uso del castellano o la posibilidad de actuar contra una institución autonómica que atente gravemente contra los intereses generales del conjunto del país son aspectos que ya recoge el gran pacto civil de 1978, ocurre sencillamente que no se hacen cumplir por miedo a exaltar a los nacionalistas, pese a que lleven exaltados ya toda su pudiente existencia.

Mientras no haya un pacto PP-PSOE a la alemana (no con este PSOE, obviamente) que neutralice a los nacionalismos y haga innecesario su permanente condicionamiento de las mayorías parlamentarias, la Constitución -esta, o la que fuere- seguirá sin cumplirse por mera conveniencia. Suficiente experiencia tenemos a estas alturas: al fin y al cabo, a los nacionalismos sólo se les combate cuando se está en la oposición.


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La ricofobia (II)

12 de junio de 2007. Enésima sesión del juicio por los atentados del 11-M. Habla el abogado de la acusación particular, Antonio Segura, y expele: "La masacre fue más horrorosa porque la célula terrorista atentó contra trabajadores". De lo cual deducimos que un atentado es más punible si las víctimas son 191 obreros de clase baja a bordo de un tren de cercanías (porque las clases medias no viajan en cercanías, por lo visto) que si son 191 yuppies a punto de embarcar en el puente aéreo para hacer negocios.