Además de que con estas temperaturas cualquier actividad resulta molesta y pesada, ocurren otras cosas. Sea. Entre papeletas que se sellan después de las elecciones, sacas venezolanas que llegan tarde, insinuaciones extrañas, algún muerto que vota, ganadores que pierden, perdedores que ganan e interventores que impugnan, la cuestión es que, por ahora, seguimos constatando que nunca se sabe si un gallego sube o baja.
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Suerte que la justicia es ciega y no ve televisión. Hoy ha sido detenida una mujer en Sabadell tras el incendio que supuso la muerte de su hija hace unos días. El telediario de Matías Prats ya la ha juzgado y hallado culpable, ya que, según el testimonio de un vecino, "al empezar el incendio, salió huyendo sin su hija y tardó un rato en empezar a llorar".
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Me he quejado a menudo de que el gobierno de la Generalitat no gobierna. Tanto mejor. Su gobierno hermano, el de Moncloa, se dedica a reubicar jueces y a legislar sobre televisión.