Oh, Dios mío. Después del patriotismo constitucional (acuñado junto a Aznar en aquellos años tan maravillosos en que PP y PSOE iban juntitos contra el terrorismo etarra), del patriotismo social (este es el gobierno que va a salvar los astilleros) y del patriotismo de hojalata (la oposición), llegó ahora...
¡Zas! ¡El patriotismo empresarial!
Y para la próxima entrega, supongo que el patriotismo atmosférico. O el patriotismo textil.
¡Zas! ¡El patriotismo empresarial!
Y para la próxima entrega, supongo que el patriotismo atmosférico. O el patriotismo textil.