El 21 de diciembre, el presidente Rodríguez instó a que se cerrara un acuerdo acerca del Estatuto de Cataluña antes de fin de año o se retirara el texto. Buah, cómo temblaron los negociadores: nadie se inmutó, todos conocen la autoridad, el miedo que infunde nuestro líder cósmico y el contenido tangible, vinculante y taxativo de sus mensajes.
Pasaron los diez días, no se llegó a ningún acuerdo, y todo el mundo olvido el penultimatum del presidente. Ahora vuelven los correveidiles de la Moncloa, y dicen que se ha fijado un plazo de quince días para llegar a acuerdos sobre el Estatut, y posteriormente se asumirá el texto. ¿Quince días, y zanjado? ¿Nos jugamos algo?
Pasaron los diez días, no se llegó a ningún acuerdo, y todo el mundo olvido el penultimatum del presidente. Ahora vuelven los correveidiles de la Moncloa, y dicen que se ha fijado un plazo de quince días para llegar a acuerdos sobre el Estatut, y posteriormente se asumirá el texto. ¿Quince días, y zanjado? ¿Nos jugamos algo?
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Manuel Pizarro, entrevistado esta noche en la Cuatro. Cómo es este tío, qué maneras, qué lenguaje. Entre el barriobajero Pizarro y el semental Gabarró, no sé a dónde llegaremos.