Hemos desayunado enterándonos de que Rodríguez y Mas han llegado a un acuerdo sobre el estatuto tras varias horas de reunión secreta. Y la noticia, por supuesto, no es el estatuto que finalmente han parido: la noticia es el acuerdo.
En el universo zapateril del todo por la imagen, la nota de La Moncloa recalca el acuerdo, no el contenido del mismo. Porque había que llegar a un acuerdo ("como sea", ya saben).
En plena oscuridad, sin más noticias que la escueta nota de Moncloa, poco más se puede comentar. Sobre la nada. Lo único desternillante a estas horas es la llegada de Carod y Puigcercós al aeropuerto de Barajas, cariacontecidos: dos personajes que siempre caminan galopantes allá donde vean un micrófono, hoy rechazaban a los periodistas simulando que hablaban por teléfono móvil.
En el universo zapateril del todo por la imagen, la nota de La Moncloa recalca el acuerdo, no el contenido del mismo. Porque había que llegar a un acuerdo ("como sea", ya saben).
En plena oscuridad, sin más noticias que la escueta nota de Moncloa, poco más se puede comentar. Sobre la nada. Lo único desternillante a estas horas es la llegada de Carod y Puigcercós al aeropuerto de Barajas, cariacontecidos: dos personajes que siempre caminan galopantes allá donde vean un micrófono, hoy rechazaban a los periodistas simulando que hablaban por teléfono móvil.