Pongamos un caso supositorio, en el que un hipotético bloggero está a punto de terminar su carrera universitaria, y se matricula únicamente de una asignatura en su último cuatrimestre.
Pongamos que la asignatura es una optativa muy minoritaria, y que sólo van tres o cuatro alumnos a clase. Pongamos que el profesor es un eminente catedrático muy muy ocupado, y que dedica buena parte de su tiempo a entrevistarse con los sucesivos consejeros nombrados y cesados del tripartito y con altos funcionarios de la Generalitat de Catalunya. Pongamos que ese profesor es además muy viajado, y de las cuatro horas semanales de clase, siempre falta al menos a una sin previo aviso, por sus múltiples desplazamientos.
Pongamos que llega el examen y el profesor desaparece, se ha ido a dar un ciclo de conferencias a Europa del Este, dice que ya mandará un trabajo que se evaluará. El día del examen (13 de junio) afirma que la semana próxima asignará el tema de cada trabajo, y deberá ser entregado antes del 5 de julio.
Pongamos que estamos a 27 de junio, que el profesor aún no ha aparecido, que el bloggero no consigue que su profesor le conteste los correos electrónicos y que por culpa de esta asignatura fantasma no hay forma de terminar la carrera universitaria.
Pongamos que la asignatura es una optativa muy minoritaria, y que sólo van tres o cuatro alumnos a clase. Pongamos que el profesor es un eminente catedrático muy muy ocupado, y que dedica buena parte de su tiempo a entrevistarse con los sucesivos consejeros nombrados y cesados del tripartito y con altos funcionarios de la Generalitat de Catalunya. Pongamos que ese profesor es además muy viajado, y de las cuatro horas semanales de clase, siempre falta al menos a una sin previo aviso, por sus múltiples desplazamientos.
Pongamos que llega el examen y el profesor desaparece, se ha ido a dar un ciclo de conferencias a Europa del Este, dice que ya mandará un trabajo que se evaluará. El día del examen (13 de junio) afirma que la semana próxima asignará el tema de cada trabajo, y deberá ser entregado antes del 5 de julio.
Pongamos que estamos a 27 de junio, que el profesor aún no ha aparecido, que el bloggero no consigue que su profesor le conteste los correos electrónicos y que por culpa de esta asignatura fantasma no hay forma de terminar la carrera universitaria.