El penúltimo capítulo de la serie está reservado para los soldados rasos que conforman (conformamos, supongo) el ejército de Pancho Villa en la red, para ese encomiable intento de aglutinar de forma más o menos ordenada a todas las bitácoras en español que simpatizan con el liberalismo. Y digo con el liberalismo, no con "la derecha", aunque como sabemos, actualmente parece ser que hay liberales de izquierdas pese a que no está probada su existencia. A diferencia de las patrañas dirigidas, como la red de Blogs Socialistas o la xarxa de blocs per la independència que parece ser que ERC está creando, en Red Liberal no hay disciplina de partido precisamente porque no ha surgido diseñada desde ningún estamento político, sino que es el resultado de la iniciativa personal de unos pocos, poquitos, ciudadanos de a pie, como se suele decir.
Y como no hay disciplina de partido, las bitácoras sindicadas (qué feo vocablo) en Red Liberal pueden entrar al trapo contra Pedrojota, como aquí mismo, contra los maricomplejines, como ahí fuera, o incluso contra otras bitácoras de la misma familia. Eso sí, creo que aquí ni están todas las que son ni son todas las que están: porque es muy loable y muy necesario que haya un Criterio que copypastee un par de artículos diarios sobre el nacionalismo catalán, pero no sé yo si eso ya basta para que se trate de un blog liberal; digo yo que de vez en cuando se podría mentar, por ejemplo, a la economía.
En Red Liberal uno entra y siempre tiene cosas nuevas que leer, artículos de valor añadido y disquisiciones pensadas para las minorías. Ahí está la clave: el liberalismo tiene que ser siempre una ideología de minorías, es incompatible con las grandes masas. El día que Red Liberal crezca demasiado y, como producto para el gran público, divulgue más demagogia que ideas meditadas (y en este mismo blog hay una competencia pertinaz entre demagogia y pensamiento), habrá que dividirla en dos: Red Liberal a secas, y Red Libegal, para seguir los pasos de otros exdefensores del liberalismo político, ahora dedicados a eso que se llama "la derecha social". Pero mientras tanto, que dure el invento, que puede servir como mecanismo para todos, de vez en cuando, podamos entrar a algún lugar y aprender alguna cosita de interés.
Y como no hay disciplina de partido, las bitácoras sindicadas (qué feo vocablo) en Red Liberal pueden entrar al trapo contra Pedrojota, como aquí mismo, contra los maricomplejines, como ahí fuera, o incluso contra otras bitácoras de la misma familia. Eso sí, creo que aquí ni están todas las que son ni son todas las que están: porque es muy loable y muy necesario que haya un Criterio que copypastee un par de artículos diarios sobre el nacionalismo catalán, pero no sé yo si eso ya basta para que se trate de un blog liberal; digo yo que de vez en cuando se podría mentar, por ejemplo, a la economía.
En Red Liberal uno entra y siempre tiene cosas nuevas que leer, artículos de valor añadido y disquisiciones pensadas para las minorías. Ahí está la clave: el liberalismo tiene que ser siempre una ideología de minorías, es incompatible con las grandes masas. El día que Red Liberal crezca demasiado y, como producto para el gran público, divulgue más demagogia que ideas meditadas (y en este mismo blog hay una competencia pertinaz entre demagogia y pensamiento), habrá que dividirla en dos: Red Liberal a secas, y Red Libegal, para seguir los pasos de otros exdefensores del liberalismo político, ahora dedicados a eso que se llama "la derecha social". Pero mientras tanto, que dure el invento, que puede servir como mecanismo para todos, de vez en cuando, podamos entrar a algún lugar y aprender alguna cosita de interés.