miércoles, enero 31, 2007

Pujol en Madrit


El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, estuvo ayer martes en Madrid asistiendo a un par de foros públicos, primero a Las mañanas de Cuatro, arropado por figuras de la talla intelectual de Concha García Campoy y Gonzalito Miró, y luego a un almuerzo con periodistas insignes.

A Pujol le preguntaron por los grandes asuntos de la actualidad política española, y respondió frecuentemente con construcciones del tipo "Mire, nosotros... en eso lo han hecho mal unos y otros, tanto Psoe como Pp...". El gran Ubú recuperó, además, su tradicional tendencia a mezclar lecciones de ética al contado con apreciaciones interesadas.

Preguntado sobre si, ahora que el Psoe ha vuelto a engañar a Convergència i Unió, no andan pensando en una futura colaboración con el Partido Popular, el exbanquero comentó que, tras vacilaciones como la visita al notario de Artur Mas, CiU tiene que abrir un proceso de reflexión y no cerrarse en banda respecto de futuros pactos con el Pp. Lo más interesante que Pujol dijo vino ahí: "Eso sí, para apoyar al Pp en Madrit, tendrán que retirar su recurso de inconstitucionalidad contra el Estatut. Eso para nosotros es fundamental, es una condición sine qua non".

Nada como la sinceridad para comprender a Pujol. El expresident considera que un recurso a los tribunales es un elemento más del juego político y no una herramienta que se utiliza con convicciones. El Partido Popular recurrió ante el TC el Estatuto de Cataluña por coherencia, por convicción, por sentido de Estado, porque defiende mucho más los derechos y libertades de los ciudadanos catalanes que los que se llenan la boca hablando aquí y allá de su micronazión oprimida, por responsabilidad y, por encima de todo, porque el Estatuto es indudablemente inconstitucional. Que un personaje como Pujol, que inexplicablemente (o no) gobernó Cataluña durante 23 años pese a ser un perfecto charlatán incapaz, crea que los tribunales están para un quítame aquí este recurso y yo a cambio te doy mis votos revela la evidente concepción del poder que tiene Convergència i Unió. Porque Convergència i Unió es un partido fascista, y los partidos fascistas tienen estas cosas.


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Y por si fuera poco, los nacionalistas de todos los partidos, que ven muy mal que el Pp acuda a los tribunales, han decidido esta tarde acudir a los tribunales para evitar que los alumnos catalanes de primaria reciban, a partir del próximo curso, la friolera de tres horas semanales de clase en castellano, en lugar de las dos actuales. Invasión de competencias, comentan.