¡Unidad, unidad!, clama el Adolescente que la rompió.
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¡Unanimidad, unanimidad!, quiere decir el Adolescente cuando habla de unidad.
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Es enternecedora la estampa en la que el Adolescente anuncia un nuevo pacto antiterrorista en el que, con tal de excluír al PP, se cuente con todos los partidos del arco parlamentario, organizaciones sociales, asociaciones culturales, agrupaciones de inmigrantes, hojas parroquiales y otros órganos constitucionales de representación popular.
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En su réplica, por llamarla de alguna manera, a Llamazares, el Adolescente ha reconocido explícitamente que no dudará en volver a dialogar con Eta en cuanto vea la oportunidad. El cuerpo a cuerpo con Rajoy nos ha impedido reparar en sus intervenciones posteriores.
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Lloriquean las plañideras de la internacional mediática esta noche lamentándose de que no haya consenso en torno al presidente, cuando el parlamento está para discrepar, para llamarse de todo, es una de las pocas señales de democracia que aún se atisban en el endeble sistema español.