Se ha publicado que las cajas de ahorros españolas destinarán este año más de mil millones de euros a actividades de lo conocido como obra social. Hasta los años 70, la obra social consistía en financiar pensiones y otros asuntos básicamente asistenciales (bibliotecas, hospitales). Hoy día, las cajas de ahorro promueven el respeto al medio ambiente, la investigación médica o la ayuda al Tercer Mundo, y sufragan algunas actividades culturales y de divulgación científica, lo cual en términos de imagen por lo visto es rentable. Una moda a la que también se están apuntando últimamente algunos bancos.
Quizás alguien repare en que puede ser mucho más fructífero dedicar el dinero a una entidad financiera que a donarlo a según qué ONG o asociación semidesconocida con finalidades no siempre absolutamente determinadas o transparentes.
La Caixa dedica este año 177 millones de euros, un 21.1% de sus ingresos netos consolidados, como dotación a fines no lucrativos. Ese porcentaje me hace pensar que, cuando dentro de un mes me claven 9 euros en concepto de comisión por custodia de mi libreta de ahorros (¿custodia? por mí, como si la dejan atada con un cordón), sonreiré: 1.90 euros irán destinados a obra social. Yuju.
Quizás alguien repare en que puede ser mucho más fructífero dedicar el dinero a una entidad financiera que a donarlo a según qué ONG o asociación semidesconocida con finalidades no siempre absolutamente determinadas o transparentes.
La Caixa dedica este año 177 millones de euros, un 21.1% de sus ingresos netos consolidados, como dotación a fines no lucrativos. Ese porcentaje me hace pensar que, cuando dentro de un mes me claven 9 euros en concepto de comisión por custodia de mi libreta de ahorros (¿custodia? por mí, como si la dejan atada con un cordón), sonreiré: 1.90 euros irán destinados a obra social. Yuju.