Casi padezco un bloqueo respiratorio al recibir el espectacular guantazo que ha propinado esta noche el telenoticias de TV3 a todos cuantos creen en la economía de mercado.
Ese faro intelectual de Occidente que es Carles Francino ha tenido a buen avenir dar la siguiente noticia: "Les vamos a mostrar ahora una práctica poco ética de algunos comerciantes, que para ser comedidos calificaremos de... espabilados". La inadmisible práctica que ha emitido Francino, grabación con cámara oculta incluída, consistía en que, en los últimos días, muchos jugueteros han optado por subir el precio de algunos de sus productos.
Parece ser que en TV3 han descubierto la pólvora y se han dado cuenta de que las cosas valen exactamente lo que la gente está dispuesta a pagar por ellas: ante un aumento de la demanda, los precios se incrementan también. Si por el contrario la demanda disminuye -en este caso, si los compradores juzgan excesivos los precios de un determinado juguete-, los precios bajan hasta equilibrar nuevamente oferta y demanda. Este saludable mecanismo, llamado capitalismo, permite el libre intercambio de mercancías, sin intervención alguna por parte de papá Estado, y es una condición sine qua non para el progreso y el bienestar de los ciudadanos del mundo civilizado.
El reportaje incluía los balbuceos de varios indocumentados, uno de los cuales ha afirmado que "antes como todos los precios eran iguales por obligación, nos iban mejor las cosas". Ignoro si se refiere a los primeros años de la dictadura franquista, única época de la historia pseudo-reciente en la que todas las mercancías tenían asignado un valor por parte de la administración. Una intervención, diluida en una concepción soviética de las transacciones, cuyos excelentes resultados están perfectamente plasmados en la economía española de los años 40 y 50, hasta el momento en que se opta por un modelo económico más liberal.
El intrépido reportero del telenoticias acaba diciendo que parece ser que la práctica de subir precios no es ilegal. Enhorabuena, chaval. La causa de ese miedo a que papá Estado no intervenga los precios es únicamente un miedo a la libertad.
Ese faro intelectual de Occidente que es Carles Francino ha tenido a buen avenir dar la siguiente noticia: "Les vamos a mostrar ahora una práctica poco ética de algunos comerciantes, que para ser comedidos calificaremos de... espabilados". La inadmisible práctica que ha emitido Francino, grabación con cámara oculta incluída, consistía en que, en los últimos días, muchos jugueteros han optado por subir el precio de algunos de sus productos.
Parece ser que en TV3 han descubierto la pólvora y se han dado cuenta de que las cosas valen exactamente lo que la gente está dispuesta a pagar por ellas: ante un aumento de la demanda, los precios se incrementan también. Si por el contrario la demanda disminuye -en este caso, si los compradores juzgan excesivos los precios de un determinado juguete-, los precios bajan hasta equilibrar nuevamente oferta y demanda. Este saludable mecanismo, llamado capitalismo, permite el libre intercambio de mercancías, sin intervención alguna por parte de papá Estado, y es una condición sine qua non para el progreso y el bienestar de los ciudadanos del mundo civilizado.
El reportaje incluía los balbuceos de varios indocumentados, uno de los cuales ha afirmado que "antes como todos los precios eran iguales por obligación, nos iban mejor las cosas". Ignoro si se refiere a los primeros años de la dictadura franquista, única época de la historia pseudo-reciente en la que todas las mercancías tenían asignado un valor por parte de la administración. Una intervención, diluida en una concepción soviética de las transacciones, cuyos excelentes resultados están perfectamente plasmados en la economía española de los años 40 y 50, hasta el momento en que se opta por un modelo económico más liberal.
El intrépido reportero del telenoticias acaba diciendo que parece ser que la práctica de subir precios no es ilegal. Enhorabuena, chaval. La causa de ese miedo a que papá Estado no intervenga los precios es únicamente un miedo a la libertad.
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Paridario
Jesús Caldera y Sánchez-Capitán, superministro de Trabajo y Asuntos Sociales y exdefensor de la unidad de "los papeles" de Salamanca: "Esta bajada del paro en 2004 muestra la eficacia de la política económica del gobierno". Por 25 céntimos de euro, ¿cuántas medidas económicas ha tomado el Gobierno ZP durante el año 2004?
Jesús Caldera y Sánchez-Capitán, superministro de Trabajo y Asuntos Sociales y exdefensor de la unidad de "los papeles" de Salamanca: "Esta bajada del paro en 2004 muestra la eficacia de la política económica del gobierno". Por 25 céntimos de euro, ¿cuántas medidas económicas ha tomado el Gobierno ZP durante el año 2004?