jueves, enero 13, 2005

El laicismo crece que es una barbaridad


Vayamos más lejos. Las Navidades laicas son sólo la avanzadilla de lo que está por llegar. ¿Qué es eso del día del padre? ¿Y esa bazofia del día de la madre?

Esas pequeñas celebraciones que recuerdan al progenitor un día al año son burdas exaltaciones de la familia tradicional, un nauseabundo elogio de la tradición judeocristiana y como tales, deben ser eliminadas de una sociedad laica, abierta, tolerante, multiculturalista; progre en definitiva.

Podría sonar desternillante, podría parecer una exageración, podría ser una absurda gracieja. Pero no lo es, hoy un representante político ha pedido la abolición del día del padre, por cristiano. Conste que haré esfuerzos por averiguar el nombre del interfecto.

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Y el de las tortas, sigue en su mundo.