Qué asco me da vivir en España, lugar tercermundista a todas luces. El país donde la culpa de los atentados terroristas la tenía el gobierno, convertido ahora en el país donde la culpa de los incendios la tiene el gobierno. El país donde los dos grandes partidos se lamen sus respectivas heridas tras meses y meses de lucha sin cuartel, mientras sólo los nacionalistas campan a sus anchas, siempre ávidos de más carnaza.