lunes, julio 04, 2005

Viva París 2012


Decía ayer Juan Antonio Samaranch que él no conoce a ningún catalán que desee que pierda la candidatura olímpica de Madrid 2012. Pues aquí tiene a uno.

En todos los aspectos de la vida, no me suelen gustar los asuntos alrededor de los cuales se organiza un apoyo y una convención generalizada y entusiasta. Quien no participa de ese eventual entusiasmo suele ser lanzado a las tinieblas exteriores, y eso, por sí solo, ya representa para mí un atractivo para oponerme.

En el caso de Madrid 2012, me repugnan todos los prebostes e instituciones que aseguran sentir el apoyo de todos los españoles a la candidatura olímpica. Qué sabrán ustedes, oigan. Yo no tengo ningún interés en que Madrid, o cualquier ciudad española, organice unos juegos. Los juegos olímpicos son una forma tremenda de tirar el dinero, una forma de hacer inversiones fastuosas y multimillonarias que nunca llegan a compensarse, un instrumento para que algunas fortunas que siempre están a bien con el poder, del signo que sea, se embolsen unos cuantos centenares de millones más a cuenta del contribuyente, un cacao para el ciudadano de a pie, una oportunidad para apuntarse éxitos personales en disputas partidistas.

Yo creo, espero, confío y deseo que gane la candidatura de París 2012. Se lo merecen: el COI debe ser, después de la ONU, la organización más corrupta del mundo. El que más pague, será el ganador. En ese sentido, sólo Moscú puede hacerle cosquillas a París, porque ¿hay algo más corrupto que el futuro encausado Jacques Chirac?


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