En el país de las maravillas, hay algo peor que un dirigente de la oposición comentando idioteces en lugar de desempeñar la tarea que le ha sido encomendada: un dirigente del gobierno comentando bobadas en una retransmisión deportiva, rememorando viejas glorias pasadas, aquellos años tan divertidos en los que se dedicaba a escribir guiones para Andreu Buenafuente.