martes, octubre 25, 2005

La falta de costumbre


Lo de estos freakies pescadores haciendo guardia en el puerto de Barcelona y en otros puertos importantes de la costa Mediterránea es un perfecto ejemplo de la falta de cultura de libre mercado y del siempre recurrente desprecio por la libertad individual que hay en España.

Pedir que la administración fije un determinado precio por una determinada materia prima, bloquear la entrada y salida de personas y mercancías de un lugar de tránsito público, a la postre geoestratégico, y amenazar a diestro y siniestro "al que se atreva" a no se sabe qué, sólo es una muestra de fascismo. Ideológicamente transversal, mentalmente cortito, jurídicamente impune, el fascista huelguista tiene manga ancha en nuestro país.


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Que alguien se lo haga llegar de mi parte a Pere Navarro, exalcalde de Terrassa y ahora ocurrente director de la DGT. La solución para evitar más muertos en las carreteras: prohibamos conducir.


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Nota aclaratoria: he empezado hablando de frikies y he seguido hablando de fascistas. Hay frikies que son fascistas y fascistas que son frikies, pero que no se interprete como sinónimo, ni mucho menos.