Lo de estos freakies pescadores haciendo guardia en el puerto de Barcelona y en otros puertos importantes de la costa Mediterránea es un perfecto ejemplo de la falta de cultura de libre mercado y del siempre recurrente desprecio por la libertad individual que hay en España.
Pedir que la administración fije un determinado precio por una determinada materia prima, bloquear la entrada y salida de personas y mercancías de un lugar de tránsito público, a la postre geoestratégico, y amenazar a diestro y siniestro "al que se atreva" a no se sabe qué, sólo es una muestra de fascismo. Ideológicamente transversal, mentalmente cortito, jurídicamente impune, el fascista huelguista tiene manga ancha en nuestro país.
Pedir que la administración fije un determinado precio por una determinada materia prima, bloquear la entrada y salida de personas y mercancías de un lugar de tránsito público, a la postre geoestratégico, y amenazar a diestro y siniestro "al que se atreva" a no se sabe qué, sólo es una muestra de fascismo. Ideológicamente transversal, mentalmente cortito, jurídicamente impune, el fascista huelguista tiene manga ancha en nuestro país.
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Que alguien se lo haga llegar de mi parte a Pere Navarro, exalcalde de Terrassa y ahora ocurrente director de la DGT. La solución para evitar más muertos en las carreteras: prohibamos conducir.
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Nota aclaratoria: he empezado hablando de frikies y he seguido hablando de fascistas. Hay frikies que son fascistas y fascistas que son frikies, pero que no se interprete como sinónimo, ni mucho menos.