Pues a mí me parece muy bien que se acuse al principal partido de la oposición de haber montado golpes de estado en España y en Venezuela; me parece muy bien que se detenga a dos personas por ser militantes de ese partido; que haya habido manifestaciones delante de sus sedes; que algunos ciudadanos prefieran ocultar su simpatía por tal partido, no por tratarse de una cuestión personal, sino por miedo; me parece muy bien que miembros del gobierno español y del gobierno catalán planeen cerrar un medio de comunicación claramente identificado con ese partido; me parece bien que se estigmatice a la derecha española, que se le acuse de antidemocrática, que se le acuse de radical al tiempo que se propone expropiar pisos o se hacen llamadas a la guerra civil, que se le acuse de fomentar el odio al tiempo que un odio inmoderado y desenfrenado se enquista y dirige a la parte que acusa.
Todo eso me parece lo normal y lo esperable, simplemente porque la libertad es sólo el pequeño residuo que es producto de la incompetencia del poder. Y en España actualmente se intenta controlar mucho, mucho poder. Lo único que detesto es que ese intento de controlarlo todo vaya envuelto de etiquetas de buen talante y mejor sonrisa.
Todo eso me parece lo normal y lo esperable, simplemente porque la libertad es sólo el pequeño residuo que es producto de la incompetencia del poder. Y en España actualmente se intenta controlar mucho, mucho poder. Lo único que detesto es que ese intento de controlarlo todo vaya envuelto de etiquetas de buen talante y mejor sonrisa.