Celestino Corbacho Chaves:
- que es el primer secretario del PSC de L'Hospitalet de Llobregat,
- que es el secretario de política municipal del PSC,
- que es el alcalde de L'Hospitalet de Llobregat,
- que es el presidente de la Diputación de Barcelona,
- que es vocal del Consejo General de Fira de Barcelona,
- que es vocal del Comité Federal del PSOE,
- que es vocal de la Federación Española de Municipios y Provincias,
- que es presidente del Institut del Teatre,
- que es presidente del Museo Marítimo de Barcelona,
- que es presidente del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona,
- que es miembro del comité de honor del Congreso Forestal Catalán,
- que ha sido vocal de la Comisión de Honor del Museo del Ferrocarril de Vilanova i la Geltrú,
- que ha sido vicepresidente de Transports Metropolitans de Barcelona S.A.,
- que ha sido vicepresidente de Autoritat del Transport Metropolità,
- que ha sido presidente de la Entitat Metropolitana del Transport,
- que ha sido miembro de la Asamblea General del Consorcio Organizador del Fórum Universal de las Culturas Barcelona 2004,
es, como podemos ver, una persona muy ocupada. Y además de tener muchos compromisos, no contento con su sueldo de alcalde y las pingües primas por asistencia a diversos comités y consejos de administración, ha tenido sus asuntillos. Si usted se cruza con el ínclito Corbacho, no le salude cual pelota al uso, no: pregúntele por la lotería. La lotería fue el primer pequeño gran chanchullo tras la llegada de Celestino Corbacho a la alcaldía de Hospitalet.
El 22 de diciembre de 1995, a Corbacho le tocó la lotería. Catorce millones de pesetas a él e idéntico premio a otras noventa y cinco personas del ayuntamiento de Hospitalet, entre concejales del PSC, cargos de confianza y funcionarios. Los décimos habían sido regalados por Diego Carmona, gerente de la empresa constructora Cooperativa de Construcciones del Baix Llobregat, empresa que, casualmente, había sido adjudicataria en los años precedentes de numerosas concesiones municipales para la realización de obra pública. No sólo en Hospitalet: esta empresa había untado a todos los cargos públicos de la comarca, socialistas todos. El alcalde fue imputado por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, y sus explicaciones resultaron ridículas: "acepté los décimos porque es una tradición muy arraigada en Navidad", pero finalmente la causa fue sobreseída.
Fue el primer asuntillo. Luego vendría Iniciatives i Programes SL, y Prohalsa, y La Farga, y todo con el mayor de los pasotismos por parte de los contribuyentes.
Celestino Corbacho, ese hombre (y III)
- que es el primer secretario del PSC de L'Hospitalet de Llobregat,
- que es el secretario de política municipal del PSC,
- que es el alcalde de L'Hospitalet de Llobregat,
- que es el presidente de la Diputación de Barcelona,
- que es vocal del Consejo General de Fira de Barcelona,
- que es vocal del Comité Federal del PSOE,
- que es vocal de la Federación Española de Municipios y Provincias,
- que es presidente del Institut del Teatre,
- que es presidente del Museo Marítimo de Barcelona,
- que es presidente del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona,
- que es miembro del comité de honor del Congreso Forestal Catalán,
- que ha sido vocal de la Comisión de Honor del Museo del Ferrocarril de Vilanova i la Geltrú,
- que ha sido vicepresidente de Transports Metropolitans de Barcelona S.A.,
- que ha sido vicepresidente de Autoritat del Transport Metropolità,
- que ha sido presidente de la Entitat Metropolitana del Transport,
- que ha sido miembro de la Asamblea General del Consorcio Organizador del Fórum Universal de las Culturas Barcelona 2004,
es, como podemos ver, una persona muy ocupada. Y además de tener muchos compromisos, no contento con su sueldo de alcalde y las pingües primas por asistencia a diversos comités y consejos de administración, ha tenido sus asuntillos. Si usted se cruza con el ínclito Corbacho, no le salude cual pelota al uso, no: pregúntele por la lotería. La lotería fue el primer pequeño gran chanchullo tras la llegada de Celestino Corbacho a la alcaldía de Hospitalet.
El 22 de diciembre de 1995, a Corbacho le tocó la lotería. Catorce millones de pesetas a él e idéntico premio a otras noventa y cinco personas del ayuntamiento de Hospitalet, entre concejales del PSC, cargos de confianza y funcionarios. Los décimos habían sido regalados por Diego Carmona, gerente de la empresa constructora Cooperativa de Construcciones del Baix Llobregat, empresa que, casualmente, había sido adjudicataria en los años precedentes de numerosas concesiones municipales para la realización de obra pública. No sólo en Hospitalet: esta empresa había untado a todos los cargos públicos de la comarca, socialistas todos. El alcalde fue imputado por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, y sus explicaciones resultaron ridículas: "acepté los décimos porque es una tradición muy arraigada en Navidad", pero finalmente la causa fue sobreseída.
Fue el primer asuntillo. Luego vendría Iniciatives i Programes SL, y Prohalsa, y La Farga, y todo con el mayor de los pasotismos por parte de los contribuyentes.
Celestino Corbacho, ese hombre (y III)