Siempre es saludable ver caer gobiernos. Si, además, se trata de gobiernos socialdemócratas, miel sobre hojuelas. Pero si encima hablamos de la alcaldía de Londres, que durante cuatro décadas ha estado en manos de progres de diverso pelaje, indudablemente es un día para celebrar. Ver cómo el Partido Laborista británico se pega un descomunal lechugazo electoral como anticipo de las próximas elecciones legislativas es una excelente noticia que le insufla a uno algo de esperanza, acostumbrado como está a lo que hay por estos lares.
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Ha muerto don Leopoldo Calvo-Sotelo Bustelo, segundo presidente de la democracia, un caballero español, de la derecha urbana, burguesa, ilustrada, la que mola. Descanse en paz.