Redacción: tema libre.
FRITZL EXPLICADO A LOS ESPAÑOLES
Salvador Sostres
Avui, 8 de mayo de 2008
Cataluña somos la chica secuestrada y violada: hace 300 años que nos ocupáis y han sido sucesivos los intentos de genocidio político, cultural y propiamente físico; al margen de los expolios y los saqueos. Sois nuestro monstruo tal y como Fritzl lo ha sido para su hija. La diferencia es que Fritzl es el padre de la pobre criatura, y nosotros, con las pruebas de ADN en la mano, es decir, con la verdad histórica, no somos hijos de vuestra España ni de coña. Es así como nos sentimos los catalanes: privados de libertad, secuestrados, violados en nuestra condición de contribuyentes y de ciudadanos. Tal como con la pobre hija secuestrada no se trataba de mejorarle las condiciones del secuestro proporcionándole más comida, o aparatos de música u otro televisor, el único objetivo era liberarse, así nosotros reclamamos nuestro derecho de ser libres y estar en paz de una vez. Fritzl, para evitar que sus víctimas la atacaran, las tenía atemorizadas con un supuesto sistema según el cual el sótano se colapsaría de gas si algo malo le ocurría. Vuestra Constitución tiene el artículo octavo que nos amenaza con que el ejército está para garantizar la integridad de la patria. Hay una moral de los secuestradores, un trasfondo turbio que siempre es el mismo. No queremos más trenes, ni más dinero, ni más Estatutos. Queremos la libertad. Es nuestra y nos la robasteis. Lo que no se le puede hacer a una chica, no se le tendría que poder hacer a un pueblo. Es cierto que algunos catalanes se conforman con una doble ración de plátanos o de revistas, tal como los niños que nacieron de aquellas violaciones es probable que no clamen libertad porque nunca han sido libres, y sobre todo lo que tienen es miedo. Fritzl explicado a los españoles es la metáfora exacta de los que ellos representan contra nuestra nación.
FRITZL EXPLICADO A LOS ESPAÑOLES
Salvador Sostres
Avui, 8 de mayo de 2008
Cataluña somos la chica secuestrada y violada: hace 300 años que nos ocupáis y han sido sucesivos los intentos de genocidio político, cultural y propiamente físico; al margen de los expolios y los saqueos. Sois nuestro monstruo tal y como Fritzl lo ha sido para su hija. La diferencia es que Fritzl es el padre de la pobre criatura, y nosotros, con las pruebas de ADN en la mano, es decir, con la verdad histórica, no somos hijos de vuestra España ni de coña. Es así como nos sentimos los catalanes: privados de libertad, secuestrados, violados en nuestra condición de contribuyentes y de ciudadanos. Tal como con la pobre hija secuestrada no se trataba de mejorarle las condiciones del secuestro proporcionándole más comida, o aparatos de música u otro televisor, el único objetivo era liberarse, así nosotros reclamamos nuestro derecho de ser libres y estar en paz de una vez. Fritzl, para evitar que sus víctimas la atacaran, las tenía atemorizadas con un supuesto sistema según el cual el sótano se colapsaría de gas si algo malo le ocurría. Vuestra Constitución tiene el artículo octavo que nos amenaza con que el ejército está para garantizar la integridad de la patria. Hay una moral de los secuestradores, un trasfondo turbio que siempre es el mismo. No queremos más trenes, ni más dinero, ni más Estatutos. Queremos la libertad. Es nuestra y nos la robasteis. Lo que no se le puede hacer a una chica, no se le tendría que poder hacer a un pueblo. Es cierto que algunos catalanes se conforman con una doble ración de plátanos o de revistas, tal como los niños que nacieron de aquellas violaciones es probable que no clamen libertad porque nunca han sido libres, y sobre todo lo que tienen es miedo. Fritzl explicado a los españoles es la metáfora exacta de los que ellos representan contra nuestra nación.