El asunto este de la supuesta crisis de identidad del Partido Popular me está ocasionando graves molestias: 1) cada día que pasa oigo una mayor cantidad de tonterías y 2) me siento algo desnortado, porque por una parte ni creo en el centrismo ni en el buenrollismo con los nacionalistas, pero por otra no soporto que un patético señor con tirantes quiera echar a Mariano Rajoy sólo por vender más periódicos y darse el gustazo de sentirse poderoso, sentirse con la capacidad de poner y quitar líderes de la derecha.
Los dirigentes del PP que legítimamente consideren que Mariano Rajoy no es el mejor para liderar el partido, que den un paso al frente y se presenten al próximo congreso; si no quieren o no pueden, que se callen y dejen de marear la perdiz cortejando a Pedrojota Ramírez, el hombre que alentaba los asaltos a las sedes del centrista PP en tiempos de la guerra de Irak, el hombre que difundía bulos sobre la compra, por parte de su hoy admirada Esperanza Aguirre, de dos diputados tránsfugas del PSOE hace cinco años en la Asamblea de Madrid, el hombre que pactaba con José Luis Rodríguez Zapatero las fotos en las que el hoy presidente del gobierno se quedaba sentado al paso de la bandera norteamericana, el hombre que echó a Gabriel Albiac y a Jesús Cacho por no plegarse a sus intereses, el hombre que defendía los pactos entre Josep Lluís Carod-Rovira y la banda terrorista ETA.
Yo soy un firme partidario de los hechos y no de las opiniones gratuitas. Cuando el periódico judeófobo El Mundo y el libelo de opinión e insultos Libertad Digital hablan del nuevo Rajoy, de hay que ver cómo ha cambiado Rajoy que se le van los militantes, del nuevo PP, sería de agradecer que expusieran en qué ha cambiado, cuáles son los hechos palpables y no los dimes y diretes. La paradoja de Pedrojota es que, a diferencia de él, Rajoy es exactamente el mismo que hace tres meses y tres años. Si El Mundo fuese consecuente con lo que exige en sus editoriales de estos días, el consejo editorial del periódico debería destituír de manera inminente al nuevo Pedrojota Ramírez, por haber traicionado los principios progresistas que con tanto ahínco defendía hace cuatro días.
Hace ya años desde que no compro ningún periódico español porque no me gusta pagar por leer mierda teniéndola gratis en la red, pero es sólo un consejo para los responsables de El Mundo, parafraseando a su director: jóvenes redactores, sublévense, planten cara, acaben con el nuevo Pedrojota.
Los dirigentes del PP que legítimamente consideren que Mariano Rajoy no es el mejor para liderar el partido, que den un paso al frente y se presenten al próximo congreso; si no quieren o no pueden, que se callen y dejen de marear la perdiz cortejando a Pedrojota Ramírez, el hombre que alentaba los asaltos a las sedes del centrista PP en tiempos de la guerra de Irak, el hombre que difundía bulos sobre la compra, por parte de su hoy admirada Esperanza Aguirre, de dos diputados tránsfugas del PSOE hace cinco años en la Asamblea de Madrid, el hombre que pactaba con José Luis Rodríguez Zapatero las fotos en las que el hoy presidente del gobierno se quedaba sentado al paso de la bandera norteamericana, el hombre que echó a Gabriel Albiac y a Jesús Cacho por no plegarse a sus intereses, el hombre que defendía los pactos entre Josep Lluís Carod-Rovira y la banda terrorista ETA.
Yo soy un firme partidario de los hechos y no de las opiniones gratuitas. Cuando el periódico judeófobo El Mundo y el libelo de opinión e insultos Libertad Digital hablan del nuevo Rajoy, de hay que ver cómo ha cambiado Rajoy que se le van los militantes, del nuevo PP, sería de agradecer que expusieran en qué ha cambiado, cuáles son los hechos palpables y no los dimes y diretes. La paradoja de Pedrojota es que, a diferencia de él, Rajoy es exactamente el mismo que hace tres meses y tres años. Si El Mundo fuese consecuente con lo que exige en sus editoriales de estos días, el consejo editorial del periódico debería destituír de manera inminente al nuevo Pedrojota Ramírez, por haber traicionado los principios progresistas que con tanto ahínco defendía hace cuatro días.
Hace ya años desde que no compro ningún periódico español porque no me gusta pagar por leer mierda teniéndola gratis en la red, pero es sólo un consejo para los responsables de El Mundo, parafraseando a su director: jóvenes redactores, sublévense, planten cara, acaben con el nuevo Pedrojota.